- Círculo de influencia. Fortalece tus relaciones, rodéate de personas que te puedan brindar energía positiva, que aporten nuevas y enriquecedoras perspectivas, que te cuiden y puedan retroalimentarte con honestidad. Y lo más importante, que te acompañen.
- El cambio constante. Acepta las situaciones que no están bajo tu control, esto te ayudará a tener más enfoque y claridad en las circunstancias en las que tú puedes influir y controlar.
- Objetivos realistas y de corto plazo. Pequeños logros son los que nos mueven hacia delante. Plantéate al menos de 3 a 5 objetivos que puedas alcanzar cada día y sé consistente.
- Acciones determinantes. En situaciones adversas, tienes que actuar, toma decisiones determinantes, involúcrate en lugar de desengancharte por completo de los problemas y el estrés. Son tus decisiones no tus condiciones las que van a determinar tu destino.
- Imagen personal positiva. Hay que construir confianza para desarrollar una ágil y efectiva habilidad para resolver conflictos, confía en tus instintos y habilidades para salir adelante, esto te ayudará a desarrollar resiliencia. Si no cuentas con el conocimiento acerca de cómo resolver una situación, estudia, pide asesoría, busca ideas en internet, habla con un amigo, inscríbete a un curso, asiste a una conferencia, consúltalo con los expertos. Entre más capaz te sientas, más confianza tendrás.
- Distintas perspectivas. Ubicar las cosas en perspectiva resulta positivo, el reto es no exceder las proporciones. Es imprescindible situar las condiciones en un contexto más amplio y obtener una perspectiva de largo plazo.
- Cuerpo, mente y corazón. Enfócate en tus necesidades y deseos. Involúcrate en actividades que disfrutes y te relajen. Haz ejercicio, te ayudará a eliminar los niveles de oxitocina y te ayudará a incrementar los de cortisol, medita. Cuidarte contribuye a que cuerpo, mente y corazón estén listos para liderar con las situaciones que requieren de resiliencia en este momento de tu vida.
La resiliencia en un mundo volátil e incierto
Nuestro mundo está siendo cuestionado, nos vemos en la necesidad de hacer frente a las dificultades con conciencia. Abrazar los retos es importante, podemos desarrollar resiliencia.
Dentro del gran contexto de transformación y cambio en el que vivimos, es fundamental hacerle frente a las dificultades. Abrazar los retos implica desarrollar resiliencia, es decir, la capacidad de poder enfrentar una dificultad y regresar nuevamente a un equilibrio. Tal y como funciona el amortiguador de un auto cuando cae en una zanja, se contrae, sin embargo, después retoma su forma original.
Siete recomendaciones para enfrentar situaciones adversas: