El triunfo de Delfina Gómez en la elección del Estado de México se suma a las nueve entidades federativas hoy gobernadas por mujeres, siete de ellas emanadas de MORENA. Con ello, 34.5% de la población total de este país estará gobernado por una mujer, a partir del 16 de septiembre, cuando la abanderada de la 4T tome posesión del cargo para el que ha sido electa, por más de ocho puntos de diferencia con respecto a la candidata de la Alianza Va por México.
Delfina Gómez será la primera mujer en gobernar al Estado de México y su triunfo pone fin a 94 años de gobiernos emanados del PRI. Pero su victoria también tiene una connotación histórica porque su candidatura puso al descubierto la misoginia, clasismo y discriminación de una buena parte de la sociedad, aspectos aprovechados por la oposición a la 4T.
A lo largo de las campañas electorales en el Estado de México fue evidente que el electorado estaba frente a dos tipos de liderazgos femeninos diametralmente opuestos. Uno que intentó tomar la bandera de sororidad en el discurso pero que, en los hechos, exhibió expresiones que rayaron en violencia de género, haciendo latente que ésta puede ser ejercida por mujeres. El objetivo fue claro: hacer dudar al electorado de la capacidad para gobernar de la Mtra. Delfina, a la que se le acusó una y otra vez de debilidad frente a sus compañeros de partido que la acompañaron a lo largo del proceso electoral.
La soltería y no tener descendientes fueron usados para desestimar la candidatura de Delfina Gómez. Como ejemplo, Guadalupe Loaeza dedicó un tuit días antes de la elección para decir que la maestra Delfina “no está casada ni tiene hijos y, por otro lado, Ale está casada y es mamá de unos gemelos preciosos…”
Si bien la elección mexiquense puso cara a cara a dos mujeres, pronto fue visible que el origen social sería utilizado para desestimar a una de ellas. Y es que a la par que la carrera política de Delfina Gómez ganaba notoriedad, su origen texcocano, su profesión como maestra de primaria, su origen socioeconómico, incluso su arreglo personal, fueron usados como artillería para alimentar las críticas en su contra.
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Con un triunfo contundente en las urnas, reconocido de manera oportuna por el gobernador Alfredo del Mazo, lo que sigue para la maestra Delfina Gómez es cumplir con la promesa de cambio en el Estado de México. Una entidad largamente acostumbrada a estar bajo el control político del otrora poderoso Grupo Atlacomulco y donde el machismo se transpira todavía con fuerza en la sociedad mexiquense y la clase política.
La abanderada de la coalición “Juntos Hacemos Historia” recibirá alEstado de México como la entidad donde las mujeres experimentan con mayor prevalencia violencia a lo largo de su vida (79% según INEGI, 2021) y, durante 2023, es la entidad con el mayor número de presuntos delitos de feminicidio (ENDIREH, INEGI).
Un estado castigado por la violencia contra las mujeres merece un gobierno encabezado por una mujer con la capacidad de tomar decisiones en el más alto nivel político de la entidad. Delfina Gómez despierta esperanzas de que su liderazgo femenino será clave para ejercer un gobierno humanista, con la sensibilidad social necesaria para mejorar la vida de casi 17 millones de mexiquenses, de los cuales uno de cada dos vive en condiciones de pobreza.
Las primeras acciones de su gobierno serán observadas con lupa no sólo dentro del Estado de México sino con particular interés rumbo a la elección de 2024, con la amplia posibilidad de que la votación para MORENA en esa entidad se asemeje a la de 2018.
Contacto:
Maestra en Políticas Públicas por la Universidad de Oxford y Licenciada en Ciencia Políticas y Relaciones Internacionales, por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Twitter: @palmiratapia
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