Por Carolina G. Nombela Encontrar el socio adecuado para tu negocio no es una tarea fácil. Debe ser una persona que comparta contigo conocimientos profesionales y pasión por el proyecto para que la alianza resulte fructífera. Si eliges socio de manera equivocada posiblemente todos los esfuerzos empleados en que el negocio salga adelante habrán sido en vano. El socio ideal debe ser una persona que agregue valor a la empresa y que esté dispuesta a avanzar a medida que lo hace el negocio, por eso no es suficiente una persona formada profesionalmente o con una trayectoria envidiable, sino una persona que, además de eso, aporte actitud positiva y ganas de crecer. Dependiendo del modelo y el sector en el que pretendas mover tu marca, necesitarás que, tanto tu socio como tu plantilla tenga unas aptitudes u otras, pero a groso modo, estas son las cuatro cualidades que no pueden faltar:

Ética profesional

Hablar de un socio es hablar de un persona que tiene la misma información y la misma potestad que tu para hacer y deshacer, por eso es fundamental que te asegures que la persona que has elegido para que te acompañe en tu camino profesional es una persona íntegra profesionalmente, es decir, que en cuanto a los negocios, se trata de una persona responsable.

Apertura

En cualquier equipo de trabajo la comunicación es imprescindible para evitar mal entendidos y ser capaces de llegar todos juntos a buen puerto, pero si se trata de un socio, esa persona que tiene el mismo poder que tú en la empresa, asegúrate que la comunicación entre ambos es apta para evitar confusiones y errores entre vosotros y con el resto del equipo.

Motivación

Si vais a luchar juntos por sacar adelante el mismo proyecto o la misma empresa, lo ideal lógico es que tu socio ponga los mismos esfuerzos que tú en conseguir alcanzar las metas y los objetivos que os habéis propuesto. Creer en el negocio, y tener motivación para superar las adversidades, es uno de los factores fundamentales para conseguir el éxito.

Aptitudes

Lo ideal es que, aquellas competencias de las que carezca uno las tenga el otro y viceversa. Complementar los factores que puede aportar uno al negocio con los que puede aportar el otro es una manera de hacer vuestro proyecto imparable. Si por ejemplo tienes una idea de negocio pero estás limitado económicamente, busca un socio que pueda aportar el capital. Esta nota fue publicada originalmente en Forbes España. También te puede interesar: 
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