Por Ricardo Claro* Uno de los mayores desafíos en los años por venir en cuanto al ambiente digital será satisfacer la demanda de comunicación de calidad en México. En este sentido, es necesario discutir la disponibilidad de infraestructura de redes en ciertas regiones, y los mecanismos y tecnologías para expandirlo. El sector de las telecomunicaciones ha sido una de las fuerzas impulsoras de la economía, porque permite el intercambio de información, generando recursos y potenciando a los distintos sectores económicos. Para darnos una idea del potencial del mercado mexicano, podemos notar que -hasta la más reciente encuesta nacional- solo 57.4% de los casi 120 millones de personas cuentan con acceso a Internet, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), lo que representa un incremento de 13% al compararlo con el año anterior. El advenimiento de la banda ancha ha resultado en comunicaciones más rápidas y los números crecen exponencialmente. De acuerdo con información de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), al final del Q4 de 2015, el número de suscriptores de banda ancha en México creció 14.2% contra el mismo periodo de 2014, con 15 millones de suscriptores. Cuando se trata de internet fijo, el servicio de fibra hasta la casa (FTTH por su siglas en inglés) se destaca en Latinoamérica como la tecnología de acceso de mayor crecimiento, alcanzando 5.1 millones de conexiones, de acuerdo a cifras del Consejo FTTH. Otro enorme mercado en este escenario, Brasil -el cuarto mercado de telecomunicaciones más grande del mundo, solo detrás de Estados Unidos, China y Japón- acumuló un cuarto de este total, con potencial para un crecimiento sostenido en los años por venir. La tendencia es que los operadores en el país sigan invirtiendo en la instalación y mejora de los servicios de fibra en áreas que ya cuentan con la tecnología. Estos fondos vendrán en parte de empresas privadas y también de políticas públicas, como programas para popularizar la banda ancha en la región. A pesar de su extensión geográfica y el reto que esta representa para la disponibilidad generalizada del servicio, de acuerdo al Instituto Federal de Telecomunicaciones, al final de 2015, México llegó a 45 suscriptores por cada 100 casas. Pero aún con esta evolución continua del mercado mexicano, es necesario que la tasa de instalación de redes FTTH se mantenga acelerando, siguiendo las demandas de la industria, comercios y residencias. El intercambio de información, como los servicios simétricos de banda ancha (misma velocidad de subida y bajada), crece aceleradamente y, por tanto, la fibra necesita llegar a la mayoría de los lugares para poder ofrecer un servicio de calidad que hoy solo está disponible para la fibra con acceso a la casa. Tenemos un gran potencial en el sector de las telecomunicaciones que necesita ser explorado en Latinoamérica. Estos son países con vastos territorios, inclusive con penetración baja de ancho de banda, con oportunidades para la generación de negocio. En este sentido, las tecnologías de fibra están cada vez más disponibles, haciendo posible un retorno de inversión para operadores grandes, medianos y pequeños. Los servicios son variados y las posibilidades, ilimitadas. Debemos continuar innovando al conectar personas y negocios y, consecuentemente, reduciendo distancias y costos de instalación y operación. Sin duda, México está en un momento muy importante cuando se analiza este tema y necesitamos invertir para satisfacer la creciente demanda y ofrecer servicios de mayor calidad a los consumidores en este ambiente de gran competitividad. *Ricardo Claro, Marketing & Market Development Manager de Corning Optical Communications para Latinoamérica   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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