Durante los primeros años de trabajo de una empresa familiar, los integrantes de la familia que colaboran suelen destacarse por su esfuerzo y compromiso; esto representa una de las fortalezas de este tipo de organizaciones. Sin embargo, debe saberse que los conflictos aparecerán y resulta imprescindible para un buen líder estar preparado para ello. 

La familia propensa al conflicto tiene dificultades para tener una comunicación sincera y confianza mutua, tiene unas reglas de comportamiento rígidas y dominadas por la rivalidad y los celos. 

Comparto con ustedes una historia que me conmovió y que muestra la complejidad de las relaciones familiares en la empresa: había una vez dos hermanos que se dedicaban al campo; el negocio floreció con el trabajo en conjunto, sus dos granjas funcionaban como una sola. Un día tuvieron un malentendido que nunca aclararon, situación que los llevó a una discusión donde terminaron muy molestos el uno con el otro. El enojo provocó que se dejaran de hablar y la situación continuó así por meses.

El hermano menor, lleno de resentimiento, tomó una de sus grandes máquinas y desvió el cauce de un arroyo para separar las granjas. En los siguientes días, un hombre con herramientas de carpintería tocó a la puerta del hermano mayor pidiendo trabajo. El granjero vio la oportunidad de tomar venganza y pidió al carpintero construir una cerca lo más alta posible: su objetivo era no volver a ver a su hermano.

El granjero dejó al carpintero trabajar y, al final del día, cuando fue a supervisar la labor, quedó estupefacto al ver un puente en lugar de una cerca. No tuvo tiempo de nada más, porque apareció en el puente el hermano menor quien le dijo: “Después de todo lo que hemos peleado, tú construiste este puente. Gracias por enseñarme a perdonar”. Ambos se abrazaron con los ojos llenos de lágrimas de agradecimiento y alegría, gracias a la sabiduría del carpintero.

¿Qué provocó el desacuerdo entre los hermanos de la historia? Básicamente, la falta de comunicación. El relato no cuenta por qué discutieron los hermanos porque es irrelevante: los problemas y malentendidos siempre existirán, pero si deja de haber diálogo, es entonces cuando pueden volverse algo irresoluble.

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Para una empresa familiar es importante encontrar siempre los puentes adecuados para solucionar cada conflicto. Quienes están comenzando su camino en el liderazgo de una empresa familiar, deben hacerse las siguientes preguntas para reconocer los síntomas de un problema:  

¿Nuestra empresa tiene reglas claras para su funcionamiento? Si en una empresa las decisiones no se toman en consenso o no hay una definición del papel de cada familiar en el trabajo, hay que encender las alarmas. Deben establecerse reglas para tomar acuerdos, asignar puestos y roles, entre otros aspectos importantes en la estructura organizacional y de gobierno de la empresa. 

¿La compañía cuenta con indicadores claros para medir los resultados? Cuando una empresa familiar opera informalmente, pueden suceder casos donde se piense: “No es necesario que rinda cuentas, la empresa es de mi familia”. Dotar a la organización de objetivos medibles, establecer tiempos precisos en los procesos y medir los resultados es indispensable para que la compañía opere como un equipo con los mismos objetivos en mente y poder corregir oportunamente las desviaciones o erros.

¿Cada integrante de la familia sabe cómo participa en la empresa? La apertura al diálogo debe abarcar aspectos tan importantes como la repartición de acciones, los salarios de los familiares, la manera de participar de cada integrante ya sea en el consejo o en la gestión, hasta uno de los que causa mayor conflicto: la sucesión. La manera de evitar problemas mayores es hallar un equilibrio entre los intereses de todos, antes de que pensemos en levantar cercas que impidan la comunicación.

La experiencia señala que los conflictos familiares se producen, no sólo por la falta de armonía familiar, sino, principalmente, por la ambigüedad y la falta de concreción de muchos aspectos que afectan a las relaciones entre la familia y la empresa.

Un líder responsable sabrá prepararse y asesorarse para construir los puentes entre familia y empresa, generando espacios donde sea posible expresar ideas con respeto y asertividad. Ten presente que: la mejor solución a los problemas familiares en la empresa es su prevención.

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