Cada año se producen en México 900 mil viviendas, pero la mayoría se trata de autoproducción en zonas de riesgo, solo cerca de 200 mil son proyectos formales a cargo de desarrolladores inmobiliarios. Sin lugar a dudas, la demanda de un hogar por parte de las nuevas familias o de quienes se independizan no está siendo satisfecha.
De acuerdo con Eugene Towle, director de la firma de consultoría e investigación del sector inmobiliario Softec, son varios los factores que impulsan y limitan tanto la generación de vivienda nueva como la venta de la misma.
“La inflación en la construcción es uno de ellos, de diciembre de 2021 a marzo de 2022 tuvimos un brinco grande, pero a partir de abril los precios han estado bastante estables e inclusive tendiendo a la baja. Vienen bajando y eso tiene que ver con la contracción de la industria”, detalla.
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Desde su perspectiva, este es uno de los mejores momentos para salir a comprar casa, pues todavía son competitivos los precios: “En los últimos tres años el precio de la vivienda media nueva en la CDMX pasó de $21,716 pesos el metro cuadrado a $22,484; ha subido menos que la inflación. En vivienda residencial, el metro cuadrado subió de $44,000 mil pesos a $48,000; mientras que el metro cuadrado de la vivienda residencial plus aumentó de $66,000 pesos a $69,000 pesos”, señala.
De igual forma, el directivo advierte que de las 60 mil unidades en promedio que hay en inventario, se consumen 15 mil al trimestre y dado que no se está sustituyendo ese inventario, se está abriendo una gran oportunidad de mercado, pues hay compradores, pero no mercancía.
También destaca que la mayor parte de la demanda en la capital es de vivienda de $450,000 a $850,000 mil pesos, pero solo se atiende el 30% de este requerimiento.
“De los 900 proyectos activos, solamente 69 son de vivienda de menos de 2.2 millones de pesos. El precio promedio de mercado en la capital es de 4 millones 783 mil pesos, cuando el consumidor promedio de la CDMX puede comprar producto de 1.2 millones de pesos. El producto más barato se ubica muy hacia el oriente”, señala Towle.
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En opinión del especialista, este es un buen momento para comprar casa o departamento, porque los potenciales compradores tienen dos cosas a favor: las tasas hipotecarias no han subido de forma considerable (están medio punto arriba que hace un año: pasaron de 9.5% a 10%); los precios de los productos todavía no reflejan un posible aumento en el costo de sustitución de volver a producir nueva vivienda; y, un último factor, es que la portabilidad hipotecaria permitiría a los acreditados a futuro renegociar su crédito a la baja y reducir con ello su mensualidad.
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