El ambiente del Silicon Valley ha experimentado una notable transformación, pasando de ser el epicentro global de creatividad, innovación y abundancia a un escenario mas desafiante en varios aspectos. Esto se ha reflejado en varias áreas, desde las inversiones realizadas por los inversores de capital de riesgo, quienes están enfrentado las consecuencias de medidas restrictivas y rigurosas, hasta los beneficios y privilegios ofrecidos por las gigantes de la tecnología, que se han vuelto menos generosos y glamurosos.
En este epicentro siempre han destacado las mentes mas brillantes de todo el mundo aquí se han convergido para dar forma al futuro. Sin embargo en medio de esta revolución tecnológica, la falta de diversidad ha sido una tónica constante, especialmente en lo que respecta al talento latino.
En el ámbito de la diversidad e inclusión, se habían dado avances significativos, con la implementación de métricas y objetivos para abandonar la desigualdad. Sin embargo, en los últimos años, la brecha se ha vuelto mas evidente, con recortes presupuestarios dirigidos a apoyar a las minorías, la eliminación de eventos destinados a promover a ejecutivos latinos y la creación de culturas empresariales donde las minorías no se sienten escuchadas ni valoradas.
Este panorama ha sido acentuado por los despidos de Twitter, lo que ha dejado a las minorias en una posición mas vulnerable. A pesar de las empresas inicialmente no respaldaban las medidas drásticas de Elon Musk, ha surgido una tendencia silenciosa de reducir la plantilla evaluando cada puesto de trabajo de manera minuciosa por parte de todas las grandes de la tecnología.
El talento latino se ha visto especialmente afectado, ya que la promoción de la diversidad en su sentido más amplio, que incluye la diversidad cultural, geográfica y de pensamiento, no ha sido prioritaria en muchas empresas. Esto ha generado un entorno laboral menos inclusivo y ha dejado a las minorías con la sensación de no ser valoradas ni respetadas en la industria tecnológica del Silicon Valley. Así lo ha manifestado Thaisa Fernandes PMO (Project Management Office, por sus siglas en inglés) que trabaja y vive en San Francisco ha expresado su perspectiva arrojando a la luz su experiencia. Thaisa ha dado un paso hacia delante ya que no solo posee un profundo conocimiento en su campo del Project Management, sino que ha creado un podcast para impulsar y apoyar al talento latino, en el panorama internacional. Porque para ella, el quedarse impasivo no es una opción. La única forma de cambiar las piezas del puzzle es desmontado la estructura base.
Thaisa Fernandes destaca la estandarización de los procesos de selección, notando una rigidez, nunca vista en el Valle del Silicio. Apreciando una tensión en el aire al encontrarse con candidatos que salen de la norma común, siendo esta norma generalmente masculina con raíces norteamericanas. Es cierto que tendemos a buscar personas que se asemejen a nosotros ya que nos sentimos mas cómodos con lo familiar, especialmente en momentos donde no es recomendable arriesgarse, ni experimentar. Este enfoque homogéneo ha creado un ambiente en el que los candidatos que se desvían de esta norma se sienten fuera de lugar.
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Este ambiente y panorama ha llevado al talento a abandonar la zona de la Bahía de San Francisco y aceptar trabajos por lo que estan sobrecualificados. Algunos han regresado a sus países de origen, como México, ocupando puestos ejecutivos, o siendo parte del Consejo de Administración, pero han tenido que rechazar a las empresas tecnológicas punteras.
Observando las dinámicas de liderazgo en el ámbito tan candente de la diversidad e inclusión, la mejor práctica es crear conciencia del potencial de la diversidad; tenemos que concienciar más a la sociedad. Cuanto mas lejos nos vayamos de los estereotipos más entendimiento habrá sobre lo que es ser internacional, por ejemplo. Hay una percepción sobre como se procesa la información y como se implementan las ideas y esa percepción se ha ido encasillando por países, por regiones, por etnias, siendo un detrimento para las empresas. Es cierto que hay características denominativas en cada grupo, país, región, etcétera; también es verdad que cada persona se ha desarrollado individualmente en un ecosistema que desconocemos. Y es precisamente ahí, donde los departamentos de selección tienen que estar preparados para esa diversidad.
Cambiar de mentalidad —mindset— estar abiertos al cambio, a nuevas ideas, apostar por los soft skills de los candidatos, y entender que el conocimiento no es lineal, esos son los puntos claves para la apertura a la diversidad. Para contratar al talento mas dinámico, dedicado y preparado, los cimientos que tienen que ser mas sólidos son los de selección de personal. Y para ello, los ejecutivos de RRHH tienen que no solo entrenar con la teoría sobre diversidad a inclusión sino invitarles a practicar con el ejemplo. El liderazgo del futuro abraza la diversidad como un activo y no como uno de los pilares vacíos dentro de las empresas para cumplir su cuota.
En un mundo globalizado y altamente interconectado, las empresas que se apegan a una única norma cultural están en desventaja. La diversidad no es solo un tema de justicia social, sino también un estrategia empresarial inteligente. Diversas perspectivas y experiencias pueden llevar a una mayor creatividad, soluciones innovadoras y una mejor comprensión de los mercados globales. Las empresas que deseen prosperar en el futuro deben reconocer la importancia de la diversidad y la inclusión, no solo en sus discursos sino también en sus acciones.
Contacto:
Lucrecia Iruela es abogada, coach ejecutivo, empresaria. Marshall Goldsmith 100 coaches.
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