Tatiana Clouthier se cansó. Es difícil trabajar con un jefe como López Obrador, que escucha a pocos, pero puede ser lapidario con lo que considera errores o salidas del libreto.
Clouthier acompañó al ahora presidente desde hace muchos años y fue su coordinadora de campaña. Desde esa posición, la ahora ex secretaria de Economía lanzó un mensaje de tranquilidad a sectores de la clase media que veían a candidato de Morena con recelo.
Una de las explicaciones del triunfo de López Obrador en 2018 tiene mucho que ver con personajes que, desde diversos ámbitos, ayudaron a consolidar la narrativa de que el cambio que estaba por ocurrir sería tranquilo.
Ahora ya sabemos que no fue así, y Palacio Nacional se ha distanciado de sectores que en su momento le resultaron funcionales como los intelectuales, los científicos, periodistas, y toda una gama de profesionales independientes, que son denostados con frecuencia en las conferencias de las mañanas.
Es ahí donde el acomodo de Clouthier empezó a ser difícil y no porque ella no haya mantenido la lealtad al proyecto de la 4T, sino porque la realidad se iba distanciando de lo que había sido su trayectoria política, moldeada en luchas por la democracia que provienen, inclusive, del legado de su padre, Manuel Clouthier, quien fue candidato presidencial del PAN en 1988.
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Un factor que profundizó las diferencias con el presidente López Obrador es el de la militarización. Es un tema central, porque ese sí entraña la definición misma de modelo de país.
Es probable que Clouthier, como tantos otros, se haya sorprendido del tránsito que significó una campaña que se centró en la crítica a la utilización de las Fuerzas Armadas, que por momentos descalificó a los soldados y que aterrizó en el empoderamiento militar más grande de nuestra historia desde la Revolución.
Es más, lo que está ocurriendo va en sentido contrario del proceso de construcción de instituciones civiles con Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas. Un entramado complejo, porque situar a los generales en sus cuarteles para que se alejaran de la política y sus ambiciones no resultó nada sencillo.
Aunado a ello, el trabajo en la secretaría de Economía resultó una tarea extenuante para Clouthier, porque la 4T no es precisamente empática con los empresarios y no se generó un ambiente de inversiones adecuando.
El T-MEC se puso en entredicho, y más allá de si las controversias generarán daños económicos, lo evidente es que no es la forma de consolidar los lazos con dos socios comerciales de la importancia de Estados Unidos y de Canadá.
Será interesante observar el siguiente paso de la ex secretaria de Economía, quien ha dicho que será porrista de la 4T, pero ya se sabe que desde las gradas se tienen otra visión de las cosas, con distancia, con independencia y con un sentido crítico que no suele desarrollarse en los salones de Palacio.
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