¿Qué se puede aprender de las finanzas que constantemente se pueda aplicar en la vida? La vida y la economía suelen tener paralelismos que encontré en semestres muy tempranos durante mi formación académica en la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional. 

“Muchachos, la economía es la ciencia de la escasez”.

Esa frase de un profesor fue un relámpago en mi cabeza. Nada había quedado tan claro, pero tampoco nada me había hecho cuestionarme tantas cosas. Desde entonces, la vida y la economía han sido un camino paralelo en mi formación y mi actividad profesional.

Realizar cálculos con tiempo y recursos de sobra es un deber para el inversor prudente. Cuando los ingenieros construyen un puente se deben asegurar de que, aunque solo lo transiten camiones de dos toneladas, esté construido para soportar 10. La economía aplicada a cualquier agente económico funciona igual. La pandemia nos enseñó a punta de malos ratos que debemos de esperar lo mejor, pero debemos de estar preparados para lo peor. 

No te pierdas este otro gran texto de Edgar Arenas: ¡No procrastines y empieza a invertir!

Construir nuestras finanzas con cimientos de prudencia es un deber de todos los días. Nuestro nivel de vida debe de dejar un margen de maniobra que nos permita ahorrar, incluso me atrevo a afirmar que la única forma de ahorrar de forma constante (puesto que el ahorro es un hábito) es primero ahorrar y luego consumir. La liquidez es una red de seguridad que le salva la vida a cualquier familia, empresa y gobierno cuando la soga se rompe. 

Cuando invertimos sucede lo mismo, la falta de liquidez es un evento al que la mayoría de inversionistas se enfrentan en situaciones donde el mercado no es favorable. Esto es simple, parafraseando a Keynes: “El mercado puede permanecer irracional más tiempo del que usted puede permanecer solvente”. 

En un entorno donde los mercados tienen minusvalías y alguna emergencia toca a nuestra puerta esto puede ser un gran problema, o bien, acciones, bonos, índices, sectores y regiones del mundo con precios de ganga son el menú perfecto para un inversionista que cuenta con liquidez, pero cuando esta falta, no nos queda más que observar a la distancia los manjares que el mercado nos presenta a precios de descuento.

El dinero impreso es lo que nos permitió evolucionar hacia sociedades menos anárquicas y con un orden económico que permitió el crecimiento de las comunidades y mejorar la calidad de vida del ser humano, varios siglos lo confirman. Pero el dinero es escaso por naturaleza. Los bancos centrales cometieron el exabrupto de imprimir una cantidad brutal de dinero para aliviar los síntomas que el Covid le dejó al mundo. 

Desde hace un año la vida en todo planeta se ha vuelto más costosa, ante esto la respuesta ha sido el encarecimiento del dinero a través del aumento en las tasas de interés, la medida busca controlar la inflación más elevada que ha tenido en mundo en cuatro décadas.

El equilibrio en la vida y la economía es una línea difícil de mantener. A título personal, tampoco concuerdo con la filosofía de ser el muerto más rico del panteón. Vivir conlleva un costo, casi nada es gratis y los buenos momentos suelen llevar consigo una cuota. La economía le hace juego al consejo que los abuelos aplicaban como advertencia: “Nada con exceso, todo con medida”.

Soy un convencido de que la economía y su ciclicidad es un aforismo de la vida, por eso no le temo a la palabra crisis ni a la palabra recesión, ambas necesarias e ineludibles como las épocas de bonanza. Por eso, querido inversionista, aunque este año ha sido el peor en muchos años para el mercado de valores y los nubarrones asoman en los próximos meses, te comparto que es importante que pienses en que la liquidez en tus finanzas no es un sacrificio, sino un vehículo para hacer frente a los temporales y aprovechar las oportunidades.

La próxima vez que nos leamos la temporada de los descuentos navideños ya habrá arrancado y no está por demás recordar que a veces el mejor gasto es el que no hicimos.

Les deseo felices inversiones. 

Edgar Arenas Sánchez es economista, gerente comercial en una casa de bolsa en México, profesor de economía bursátil en la UNAM, blogger de Rankia México y autor del libro “Invirtiendo y entendiendo”, reconocido por la Universidad Anáhuac, universidad de Cantabria y Santander Financial Institute como mejor asesor de inversiones en 2020 y 2021.

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