Aunque Nintendo actualmente está haciendo un gran esfuerzo por atraer todo tipo de desarrolladores third party a su popular Nintendo Switch, el mayor atractivo de su plataforma sigue siendo el software hecho por la compañía misma. Este sistema tiene más de un año de haberse lanzado al mercado a nivel global y ya cuenta con un amplio catálogo de juegos de todos los géneros existentes, pero indudablemente The Legend of Zelda: Breath of the Wild, que fue el título estrella del lanzamiento de la consola, se ha mantenido como uno de los más grandes hitos, y como unos de los definitivos títulos imperdibles de esta generación de consolas. Desde el lanzamiento de Nintendo Switch han salido varios títulos interesantes para todas las plataformas, sobre todo para el PlayStation 4, cuyos títulos exclusivos están empujando los estándares de calidad de la industria. Nintendo por su cuenta ha preferido hacer las cosas a su manera; a veces no funciona tan bien, y a veces lo hace de maravilla. En el caso de Breath of the Wild, se trata una larga lista de elementos que ya hemos visto en otro juegos, sobre todo de esta serie misma, pero refinados durante años de experiencia. The Legend of Zelda: Breath of the Wild es un juego de aventura en el más amplio de los sentidos. Tomas el papel de Link, en otra historia en la que debes ayudar a la princesa Zelda a salvar el reino de Hyrule para no ser destruido por Ganon, el clásico villano de la serie. El gran cambio de este juego es que finalmente ha cumplido la promesa original que la serie ha hecho a sus fans por más de 30 años: la experiencia de una aventura épica donde tú eres el héroe. El sistema es un mundo abierto en el cual podemos progresar de la forma que nos plazca, recorriendo cada área del mundo en busca de aventura y diversión. Definitivamente hay juegos de características similares y de incluso mayor escala, además de tener más realismo, pero Breath of the Wild ofrece un diseño de sistemas que traen a la vida un mundo que ya es parte del imaginario de la cultura pop, y lo hace de una forma extraordinaria. El juego comienza cuando link despierta luego de un siglo de sueño, para salir y descubrir un reino de Hyrule diferente al que recordaba y hemos visto en otros títulos de la serie. Recibimos un extraño objeto llamado Sheikah Slate, que es una especie de tablet mágica que nos sirve para revisar información en el mapa, usar poderes e incluso tomar fotografías. El mundo es increíblemente abrumador, pero el sistema de navegación y las tareas que van saliendo lo hacen relativamente sencillo. La historia se desarrolla de forma no lineal, dependiendo de la ruta que decidamos tomar. En lugar de los clásicos calabozos de los juegos de este tipo y aventuras, aquí tenemos los Shrines of Trials, que son una serie de más de 100 templos con retos únicos esparcidos en el mapa. Dentro de cada templo tendremos que resolver puzzles y vencer a sus jefes, que son robots con variados niveles de dificultad. El juego no exige el terminar todos los Shrines, ni hacerlos en un orden particular. Además de esto existen los Divine Beasts, que son cuatro gigantes mecánicos que fueron creados para proteger a Hyrule, pero fueron corrompidos por Ganon. Para liberarlos y devolverlos a su estado original, es necesario ubicarlos y entrar en ellos; dentro habrá más retos jefes a vencer. Estos cuatro Divine Beasts, sí son necesarios para progresar, pero tampoco se requiere de un orden particular. Aquí es donde Breath of the Wild se separa de todos los títulos similares de la competencia: el altísimo grado de flexibilidad en sus objetivos crean una sensación de libertad única. En cierto sentido es equiparable a otros juegos como Horizon Zero Dawn, y Shadow of the Colossus, que ofrecen la opción de aventurarse en territorios vastos, pero lo que hace especial a Breath of the Wild está en los detalles, empezando por su sistema de reglas físicas. Como es de esperarse, existe un gran número de objetos que iremos recolectando para nuestro beneficio: armas, ropa, comida, reliquias, etc. Link puede ir sin ropa, pero esto hará que el clima tenga un efecto muy adverso, sobre todo el fío. Es por esto que necesitará de un abrigo, por ejemplo, cuando explore una zona fría. Por el otro lado, si lleva una armadura e intenta nadar, esto será más difícil a que si estuviera desnudo. El nivel de detalle es tal que la temperatura varía dependiendo si está en la sombra o bajo el sol. Otro aspecto importante es la capacidad para cocinar, igual que en muchos juegos de rol, pero aquí es posible cocinar sin fuego o una cacerola, siempre y cuando se encuentre una superficie lo suficientemente caliente. Los ingredientes para cocinar se pueden comprar, recolectar del ambiente o cazar. Si necesitamos carne, podemos cazar animales, pero incluso si atacamos a un animal con fuego, no sólo lo mataremos, sino que también lo cocinaremos al momento. Pocas de estas cosas son explicadas al usuario, pero están ahí para ser descubiertas y aprovechadas. Cuando nos damos cuenta de que, por ejemplo, cono la lluvia cambian las propiedades de las superficies, descubrimos que hay una manera de deslizarse colina abajo, o que necesitaremos buscar alternativas al escalar paredes. Muchas de las reglas que Breath of the Wild establece, tienen una forma de romperse por detrás. Es un gran logro el sistema tan complejo y funcional que han creado sus desarrolladores, dando a los jugadores la oportunidad de descubrir nuevos caminos para lograr sus objetivos de formas más rápidas e inesperadas. Si bien el juego opta por un tono caricaturesco, en oposición al realismo de los juegos de aventura AAA de la competencia. En mi caso particular, jugué Breath of the Wildi de forma intermitente desde su salida. Nunca me sentí presionado o apurado por el juego para terminarlo. Siempre se adaptó a mi ritmo y curiosidad. Y aún después de haber jugado muchos otros títulos de naturalezas similares, pude seguir comprobando que se mantenía bastante fresco y con diferentes tareas y lugares por descubrir. La cantidad de horas que brinda es bastante alta, pudiendo ofrecer hasta 100 horas si se quiere explorar a fondo, pero también es posible hacerlo con un mínimo de tareas. Si esto fuera poco, el año pasado salieron dos contenidos descargables llamados The Master Trials y The Champion’s Ballad, que agregan nuevos retos para quienes se quedaron con ganas de más, como nuevos modos de juego o mayor dificultad. En el caso del segundo no sólo hay nuevos retos, sino que trae la posibilidad de manejar una moto, lo cual es una verdadera rareza en este juego, y un poco más de historia. Nintendo en efecto tiene muchos otros títulos exclusivos, pero The Legend of Zelda: Breath of the Wild realmente logra aportar algo difícil de superar al catálogo de Nintendo. En definitiva, es uno de los mejores juegos disponibles en este momento y, junto con Super Mario Odyssey, una de las mejores razones para jugar en Nintendo Switch.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @IrvingPeres Podcast: El Beastcast Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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