- Nuevos SKU’s con contenidos menores que apunten a un “price point” psicológico,
- Nuevos SKU’s con mayor contenido que reduzcan el precio por Kg o Litro
- Combos que combinen productos que al ser vendidos en conjunto incrementen la rentabilidad de la empresa al mismo tiempo que reduzcan el precio al consumidor final.
Estrategia para estimular el consumo
Sin importar las herramientas tecnológicas con las que cuente una empresa, o la sofisticación del equipo responsable por Revenue Management, el primer paso es una decisión estratégica.
Para establecer un precio existen diferentes modelos y algoritmos que toman en cuenta una serie de variables que da por resultado un número que asegura una ganancia. Es fácil ponerse de acuerdo en que el precio correcto es: el precio más alto al que los consumidores objetivo están dispuestos a pagar por nuestro producto (o servicio).
Llegar a ese punto no es trivial. Y llegar a ese punto de precio… tampoco es suficiente. El precio y las promociones son de las palancas que más rápido y con mayor fuerza impactan la demanda de un producto. Con el correcto uso de éstos, se puede ganar participación de mercado, incrementar el volumen vendido, incrementar la rentabilidad y captar nuevos clientes. Sobra decir lo que puede pasar si se utilizan de la manera incorrecta.
En momentos de presión económica, o en periodos de alta competencia en el mercado, Revenue Management devuelve una capacidad sumamente relevante para las empresas. Este trabajo tiene su punto de partida en la estrategia, ¿qué objetivo tiene la compañía?
Sin importar las herramientas tecnológicas con las que cuente una empresa, o la sofisticación del equipo responsable por Revenue Management, el primer paso es una decisión estratégica. ¿Qué objetivo tengo? Éste puede pensarse a diferentes horizontes de tiempo con algunos pequeños cambios, pero con una clara visión que dicte el rumbo de la organización; una de los objetivos puede ser estimular el consumo.
Para estimularlo se deben buscar precios y/o promociones que generen mayor demanda de los consumidores, lo cual generalmente cae en reducción de precios. Sin embargo, esto no significa que simplemente se debe descontar el precio del producto. Hay otras formas de proveer productos a un menor precio a los consumidores sin afectar los márgenes de las empresas. Por ejemplo: