- Para los usuarios: El teléfono inteligente, más que cualquier otro dispositivo móvil, consolidará su posición como el acceso principal a servicios de todo tipo, finanzas personales y contenido.
- Para los operadores y fabricantes: Nunca ha sido un mejor momento para entender lo fundamental del rol que juegan. Serán, sin duda, los habilitadores de dispositivos cada vez más capaces, más veloces y más potentes.
- Para las empresas y marcas: En los próximos cinco años, los dispositivos móviles transformarán profundamente la forma en que se realiza el trabajo o se interactúa con los usuarios en entornos específicos. Esto detonará infinidad de posibilidades para desarrollar experiencias hiper-personalizadas.
Con la digitalización entre las manos, es literal
A los mexicanos nos gusta sentir que tenemos en nuestras manos las cosas importantes, lo trascendental; eso sucede con la digitalización.
Por Germán Ortiz*
A los mexicanos nos gusta sentir que tenemos en nuestras manos las cosas importantes, lo trascendental; y de acuerdo con el reciente estudio que realizamos sobre dispositivos móviles, eso sucede con la digitalización.
Tenemos en las manos la mayor herramienta de digitalización del mundo: los teléfonos inteligentes. De una muestra de 2,000 mexicanos encuestados, el 89% contamos con un Smartphone, el 85% lo revisamos en la primera media hora de nuestro día, y el 82% es lo último que vemos antes de dormir.
Lo más interesante para tener en cuenta, no son estos hechos, sino la tendencia a crecer que tendrá la penetración de estos dispositivos en nuestras vidas y nuestro entorno. En el reporte predecimos que, a nivel global en 2023, los propietarios de smartphones interactuarán con sus teléfonos en promedio 65 veces por día, un aumento de 20% en comparación con este año. Sin embargo, en México, la cifra actual es entre 50 y 60 veces.
Pero ¿qué representan estos comportamientos? ¿Cómo podemos interpretar estas tendencias? Y más intrigante aún, ¿qué posibilidades habilita para los usuarios, los operadores, los fabricantes, las empresas y las marcas?