La formación universitaria es un tema clave para los millonarios de la región, ya que en su alma máter adquirieron habilidades para dirigir exitosamente los “imperios” que han creado a lo largo de los años. Por ejemplo, empresarios de la talla de Carlos Pellas o Ricardo Poma decidieron hacer sus estudios en el exterior, de manera puntual en la Universidad de Stanford y la Universidad de Princeton, respectivamente. Sin embargo, otros como Mario López decidieron estudiar en una escuela local como la Universidad de San Carlos en Guatemala. Sin importar la institución a la que acudieron, se debe reconocer que estos millonarios han contribuido al crecimiento y desarrollo del istmo gracias a sus empresas y conocimientos. “Los empresarios vamos mucho más acelerados en el proceso de integración que los propios gobiernos”, declaró Carlos Pellas a Forbes Centroamérica para la edición de septiembre de 2014.   Emprendedor y arriesgado, elementos para ser empresario Pero ¿qué perfil universitario tienen los hombres más ricos de la región para hacer crecer sus negocios, crear oportunidades y mejorar la vida de las comunidades? Para dos de los centros educativos con especialización en negocios de la región como el INCAE Business School de Costa Rica y el EADE de Guatemala, el perfil de los nuevos hombres de negocios debe ser emprendedor y tomar riesgos para lograr sus objetivos. “Hay muchos estudiantes que quieren ser empresarios y piensan que su buen rendimiento académico o su linaje familiar los califica para serlo; sin embargo, los verdaderos empresarios se caracterizan por su pasión por materializar su idea, por su tenacidad y perseverancia en lograrlo, y por no temerle al fracaso. Cualquiera puede querer ser empresario; no cualquiera puede serlo”, dice Luis Umaña-Timms, director Ejecutivo de Maestrías del INCAE. Para el director general de la EADE Escuela de Negocios, Rodrigo Salazar, el empresario debe tener un perfil emprendedor, pero sobre todo ser visionario. Puedes leer: La lista de los hombres más ricos de Centroamérica La visión es una de las cualidades que tiene Mario López Estrada. El empresario guatemalteco dijo a Forbes Centroamérica en su edición de julio de 2014 que “justo cuando el alpinista está en la cumbre hay más peligro; no puede quedarse más de 20 minutos porque muere. La empresa tampoco. El alpinista baja y busca otra montaña; la empresa cambia, se reestructura y crece en otras áreas para no morir”. A pesar de las habilidades que tenga un empresario es necesario que entienda variables como: la generación de soluciones ante situaciones complicadas y la importancia de la perseverancia ante una crisis, considera Salazar. “En las adversidades surgen oportunidades, donde ven problemas hay diferentes soluciones. Así es el pensamiento divergente de los empresarios”, agrega el directivo del EADE de Guatemala. Sin embargo, la mayoría de los estos opta por apuntalar o desarrollar estas habilidades en universidades del extranjero.   Estados Unidos, el destino preferido por los millonarios del istmo Si uno revisa la biografía de los empresarios que forman parte del listado de millonarios de Forbes Centroamérica puede darse cuenta que la mayoría tiene estudios en Estados Unidos. Para muestra un botón: Francis Durman es ingeniero mecánico por Texas A&M University, mientras que Roberto Kriete estudió la licenciatura de economía en la Universidad de Santa Clara en California. Para Luis Umaña-Timms, director Ejecutivo de Maestrías del INCAE, una gran parte de los empresarios centroamericanos deciden estudiar en el extranjero porque subestiman el valor de la educación regional y piensan que estudiar en un país rico con muchas empresas exitosas de alguna manera les ayudará a tener éxito en su país al momento de regresar. “Los jóvenes empresarios no se dan cuenta que no es el contenido de la educación sino el entorno en el que se gestan las empresas lo que hace la diferencia”, destaca el directivo de la institución con sede en Costa Rica. A pesar de esta situación, Umaña-Timms comenta que el empresario centroamericano debe estudiar en la región en una buena escuela, dónde, además de contenido teórico, pueda aprender cómo funciona el entorno en el cuál planea desempeñarse, así como crear una red de contactos que le ayudarán a que su empresa sea exitosa cuando llegue el momento. Sin importar en que parte del mundo se estudie es necesario el cambio de mentalidad de uno mismo, ya que esto puede llevar a tener un mejor liderazgo y por consecuencia éxito, considera el director general del EADE de Guatemala. “No es precisamente la educación de las universidades la que va a cambiar a uno, sino es la visión que tenga uno sobre sí mismo”, agrega Salazar. Tener actitud y ganas por trascender son cualidades que un empresario debe tener bien arraigadas, pero estas solo son parte de un universo para lograr ser un millonario en Centroamérica.   ¿Existe una fórmula para ser un empresario brillante? Umaña-Timms considera que no hay una fórmula mágica para ser millonario. “No hay. Muchos han tenido una buena idea y se han hecho millonarios sin tener una formación académica formal. Otros han tenido una gran formación académica y nunca llegarán a ser millonarios”, señala a Forbes Centroamérica. No obstante, reconoce que la persona que emprende y se lanza al mercado con una idea innovadora, tiene muchas más probabilidades de ser exitoso si ha tenido una formación académica adecuada. “El que no es capaz de llevar una contabilidad, medir riesgos, pensar estratégicamente, o redactar un plan de negocios para un banco, por ejemplo, tendrá muchísimo más dificultad para alcanzar el éxito”, agrega. Pero qué circunstancias pueden detener una nueva generación de millonarios en el istmo: Es muy claro, la falta de apoyo a la educación. Seis de cada 10 jóvenes centroamericanos están fuera del sistema educativo y buena parte de ellos, el 36 %, trabaja en puestos de baja calidad y remuneración, revela el Quinto Informe Estado de la Región. En Costa Rica y Panamá la mitad de los jóvenes de entre 15 a 24 años se dedican “exclusivamente a estudiar”, en Guatemala y Honduras apenas lo hace una cuarta parte, y en El Salvador y Nicaragua solo 44 % estudia, indica el informe. Además, la inversión pública en educación sigue siendo baja en relación al promedio regional de América Latina y el Caribe debido a que Centroamérica invierte 1,200 dólares anuales por persona, la mitad del promedio mundial y de Latinoamérica.

Universidades Forbes Centroamérica.

 

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