Estamos listos para los próximos 100 proyectos de teleféricos en México, bromeó Konstantinos Panagiotou, CEO de la compañía austriaca de teleféricos Doppelmayr México, en un encuentro con la prensa. Claro que como una de las empresas de teleféricos más importantes a nivel global querrán competir por los proyectos más relevantes, pero sus palabras también indican algo más: México tiene gran potencial para tejer una red de transporte por cable.

Los teleféricos no son para nada nuevos en México. En octubre de 1979, Zacatecas inauguró un teleférico turístico. Desde entonces han llegado otros, también con fines turísticos: en Barrancas del Cobre, Chihuahua; en las Grutas de García, Nuevo León); en Durango, Durango; en Orizaba, Veracruz, o Puebla, Puebla. Sólo el Estado de México y la Ciudad de México habían adoptado el teleférico para transporte público, con dos líneas cada uno, hasta ahora.

Este año, Uruapan firmó un contrato con Doppelmayr para invertir cerca de 3,000 millones de pesos en la construcción de un teleférico similar al de la Ciudad de México. Será un transporte público por cable que conectará el oriente con el poniente de una ciudad dividida por el aeropuerto, ubicado en medio. Será el primer estado fuera del Valle de México que adopta el teleférico como transporte público.

Pero esa tendencia puede que no pare ahí. El CEO de Doppelmayr México cree que en la Ciudad de México y la zona conurbada hay potencial para, por lo menos, seis líneas de Cablebús más. Y se animó a compartir algunas zonas donde se pueden poner rutas: Ajusco-CU, las alcaldías Magdalena Contreras y Tlalpan, así como una extensión de la Línea 3 -actualmente en construcción- hacia las barrancas de Álvaro Obregón y en otra fase hacia el centro corporativo de Santa Fe.

Otro de los trazos que visualiza la empresa es en Naucalpan, para conectar las zonas altas con el Centro de Transferencia Modal de Cuatro Caminos, en los límites del Estado y la Ciudad de México.

“Estamos esperando más información sobre el teleférico de Naucalpan. Desde 2012 evaluamos Naucalpan. Fue el primer proyecto que presentamos, pero se hizo el de Ecatepec. Naucalpan tiene mucha gente que baja hacia Cuatro Caminos, hay mucha necesidad de movilidad, de seguridad, son los microbuses más asaltados en esa zona de la ciudad, ese proyecto sería muy importante”, expuso.

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Konstantinos Panagiotou precisó que para que el teleférico cumpla su función de transporte público debe ser un sistema alimentador hacia otros modos de transporte más masivos, como el Metro o autobuses de tránsito rápido. O, como en el caso de Uruapan, cumplir una función muy precisa de conectividad y reducción de tiempos de traslado. “Este será un ejemplo de que ciudades de menos de 500,000 habitantes pueden tener este tipo de proyectos”, dijo.

‘Hay mucho espacio en México para los teleféricos’

Sobre si la compañía visualiza la construcción de más teleféricos en el país, el CEO de Doppelmayr consideró que “a nivel nacional hay mucho espacio para crecer no nada más en teleféricos como transporte público, la otra parte que es muy importante es la de los teleféricos turísticos y tenemos muchos destinos turísticos a nivel nacional donde se pueden aplicar los teleféricos para llevar más gente a los puntos de interés, pero también bajar el impacto ambiental de eso”.

“Tal es el caso de sitios arqueológicos a los que hoy se llega en vehículos particulares y eso daña esos espacios. En Guanajuato nosotros tenemos un proyecto hace muchos años para llevar un teleférico al centro de Guanajuato, que es una ciudad pequeña, es patrimonio de la Unesco, pero tiene un tráfico impresionante. El smog daña los edificios patrimoniales. Se podría quitar ese impacto negativo por un sistema de transporte eléctrico sin emisiones”, abundó.

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El directivo comentó que los proyectos de teleféricos en México deben estar bien planeados de forma que no necesiten subsidios.

“Con un buen estudio de movilidad, un trazo bien pensado, el 99% de los teleféricos de transporte público son autosuficientes en operación y mantenimiento, no necesita subsidio. No se recupera la inversión, pero la inversión inicial es infraestructura, es como hacer un puente, un túnel, una carretera. Esto es importante porque el costo del subsidio de un sistema de transporte en 30 o 40 años puede ser mucho mayor que la inversión inicial”.

Cuestionado sobre si Doppelmayr propondrá a las próximas candidatas presidenciales un plan maestro de teleféricos para el país, el directivo dijo que como compañía ese no es el camino para seguir, pese a que sí existe un portafolio de proyectos viables.

“No nos gusta meternos en política, normalmente lo que hacemos es una propuesta no solicitada conforme a la ley para presentar proyectos que nosotros creemos que pueden ser viables. Ahorita no es temporada para presentar proyectos, hay que esperar a que haya nuevo gobierno”, indicó.

Pero reiteró que el país tiene potencial para consolidar una red de teleféricos. “México es un país muy grande, tiene de todo, desiertos, playas, bosques, arqueología; está lleno de oportunidades para tener más teleféricos”, dijo.

La compañía actualmente construye la Línea 3 del Cablebús de la Ciudad de México, que conectará la primera con la cuarta sección del Bosque de Chapultepec, transporte que, según el directivo, podría estar operando entre mayo y junio del próximo año.

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