Hace un par de meses, muy temprano por la mañana, antes de llegar a la oficina, pasé a comprar un café y algo para desayunar, al momento de pagar me di cuenta que había olvidado la cartera, tan solo diez años atrás esta situación me hubiera preocupado, pero ahora tenía otro recurso, podía pagar con mi smartwatch.

Gracias a la tecnología sin contacto (NFC, Comunicación de Campo Cercano) pude pagar sin plásticos y sin efectivo. Este formato podría parecer nuevo, pero no lo es, llegó a México alrededor de 2017, y si bien su adopción no ha sido igual de veloz que en los países europeos, es innegable la revolución tecnológica que estamos viviendo, donde la tendencia es clara: los activos digitales son ahora los elementos esenciales en la nueva economía global. 

En los últimos dos años, hemos visto cambios sin precedentes que favorecen los métodos digitales en el país, que no requieren el uso de una tarjeta o moneda física. Mucho tiene que ver con las necesidades de los tiempos atípicos y con las propuestas de los nuevos jugadores, como es el caso de las fintech, que llegaron a desafiar la forma en la que el ecosistema financiero ofrece soluciones a consumidores y empresas. 

En este carril de alta velocidad, veo a las experiencias digitales de pago como eje principal del negocio lideradas precisamente por las fintech, además de un incremento en la adopción de la tecnología de pago sin contacto como wallets, tokenización de Super Apps y el uso de blockchain. Hemos sido testigos de los grandes cambios del mundo online, y todos nos hemos beneficiado de este increíble crecimiento, especialmente durante y después de la pandemia.

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Otra área de gran interés que será ampliamente explorada a mediano plazo es la tecnología web3 y las criptomonedas. En menos de 15 años, estos activos han pasado de ser en gran parte un vehículo de inversión especulativa entre los entusiastas y naciones desarrolladas, a ser un fenómeno financiero global. El número de usuarios de criptomonedas creció 178% en 2021, con 295 millones de usuarios en todo el mundo y se espera que este número aumente hasta llegar a mil millones a finales de 2022.

Desde los pagos hasta los avances en materia de identidad, cripto y A2A (cuenta a cuenta), la tecnología es clave para impulsar la digitalización entre los consumidores y empresas, por eso es necesario que todos los actores del sistema financiero trabajemos en conjunto para garantizar la seguridad en las transacciones, además de continuar fuertemente con la tarea de reducir el uso de efectivo en los próximos años.

Esta evolución tecnológica de los medios de pago tiene un futuro brillante, y estoy convencido que las soluciones digitales llegaron para que el consumidor pueda sentirse seguro y tranquilo al momento de realizar una transacción, y, pueda pagar cuando quiera, donde quiera y como quiera.

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Contacto:

Mauricio Schwartzmann, Country Manager de Mastercard México

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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