Cuando el multimillonario desarrollador de bienes raíces Jorge Pérez donó 40 millones para construir en Miami un nuevo museo, desató la controversia. Hoy anuncia una nueva inversión en México. ¿Contaremos con la fortuna de su bondad?   Por Morgan Brennan    Tras una donación de 40 millones de dólares (mdd) al Museo de Arte de la ciudad —mitad en efectivo, mitad en obras de arte— y posterior inau­guración del Pérez Art Museum Miami (PAMM) en diciembre de 2013, Jorge Pérez, de 64 años de edad, ha incrementado su estatus de gurú empresarial y estrella social. Sin embargo, el cambio de nombre de Miami Art Museum a Pérez Art Museum hizo que cuatro miem­bros del consejo de administración renunciaran en pro­testa, incluida Mary Frank, quien junto con su marido Howard (entonces jefe de operaciones de Carnival Corp.) publicó un desplegado de plana completa en un periódico como oposición al cambio. Su argumento: un museo de arte con el nombre de un donante específico adjunto limitaría las posibilidades de futuros patrocina­dores —quizá aún más acaudalados y generosos—. «Tal situación nunca ha perjudicado a los museos Getty o Guggenheim. Ésta es la primera institución importante en Estados Unidos con un nombre hispano», asegura. «Mira a tu alrededor. ¡No verás más!» Conocido como el Condo King de Miami, Jorge ha construido más de 80,000 departamentos en el sur de la Florida, y tiene más de 15,000 mdd en bienes raíces de su propiedad o bajo su administración. Su carrera inmobiliaria comenzó después de un encuentro casual con el fundador de Related Cos. (la compañía matriz Related Group), Stephen M. Ross, en 1979. PAMM es el resultado de esa buena fortuna: Pérez firmó la Giving Pledge de Warren Buffett y Bill Gates, comprometién­dose a donar —al menos— la mitad de su fortuna a cau­sas filantrópicas, y este museo es el primer paso de tal compromiso. Pero pocos conocen el segundo móvil de sus accio­nes caritativas: un periodo de problemas personales y profesionales que casi resultó en desastre. Durante el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, los ingre­sos del Related Group se desplomaron disparando su deuda a más de 3,000 mdd. Pérez entregó varios pro­yectos clave a ejecución hipotecaria y se vio obligado a inyectar a la empresa con su propio dinero. Un año más tarde, un tumor del tamaño de una pelota de golf le fue descubierto en su páncreas. Se lo removieron en 2010, año en que refinanció el último de sus préstamos con los acreedores, lo que permitió a Related Group vol­ver a la pista. «Fueron los dos peores años de mi vida», reflexiona. «Buscas cosas en las que puedas hacer una diferencia, establecer algún tipo de legado.» Él había estado involucrado en el Museo de Arte de Miami desde 1994 y sabía que buscaban financiamiento pri­vado para destinarlo a la adquisición de obras. pamm1 El nuevo edificio, diseñado por Herzog & de Meuron, necesitaba 120 mdd para terminar su construcción y proyecto interior. Buena parte de la cantidad invo­lucró al círculo cercano de Pérez. “Jorge quiere que su legado sea algo más que lo que ha aportado al hori­zonte”, afirma Carlo Rosso, presidente de la compañía y uno de sus amigos más cercanos, y quien también con­tribuyó a las donaciones. Pérez también ha tenido cuidado en la relación entre el museo y su negocio, manteniéndose al margen del desarrollo del edificio y desligándose de cualquier vín­culo con la propiedad en sí. También se niega a unirse a cualquiera de los comités del museo, por temor a que sea percibido como un conflicto de intereses, y no retiene la propiedad sobre ninguna de las obras que en el museo se exhiben, a pesar de que 80% de éstas pro­viene de su casa en Coconut Grove. «No quiero dar a nadie la posibilidad de asegurar que hice esto ante la oportunidad de vender condominios.» Jorge se enamoró por primera vez del arte mientras cursaba la preparatoria en Colombia, cuando devoraba libros sobre el tema y visitaba los museos después de la escuela. Comenzó su colección hace tres décadas y, a diferencia de muchos coleccionistas, nunca ha vendido una sola de sus piezas. Casi toda su colección original —en su mayoría obras clásicas de prominentes artis­tas latinoamericanos del siglo xx como Joaquín Torres García y Diego Rivera— ha ido al PAMM. Actualmente, Pérez amasa una nueva colección conformada por piezas más conceptuales y de artistas jóvenes de todo el mundo. «Jorge desea estar más cerca de los artistas, reunirse con ellos y trabajar en conjunto siem­pre que le sea posible», afirma Tobias Ostrander, cura­dor en jefe del PAMM. Entre sus recientes adquisiciones se encuentra la obra del artista británico Hew Locke y del estadounidense Adrian Esparza. «Creo que estoy en mi etapa colorida», asegura. Related Group tiene hoy inversiones en Estados Uni­dos, Uruguay, Argentina, Panamá, Colombia y Brasil. En 2010 inauguró en México un complejo de 600 residen­cias de lujo en Puerto Vallarta, Jalisco. Recientemente, Jorge Pérez y Carlos Rosso visitaron México para anun­ciar una inversión de 1,000 mdd durante los próximos cinco años, para la construcción de cuatro torres mix­tas que completarán la expansión del Centro Comercial Santa Fe, en la Ciudad de México. «Las cuatro torres albergarán un desarrollo mixto con un hotel de lujo de 200 habitaciones, oficinas, entre 400 y 600 residencias y un centro comercial», detalla Rosso. La primera torre podría inaugurarse en 2017 y, según las expectativas del Related Group, todo el complejo estaría listo en aproxi­madamente cinco años. El enlace entre Related Group y sus inversionis­tas mexicanos corrió bajo el cabildeo de Glika Inter­national, empresa dirigida por Paulina Sierra, quien promueve todos los proyectos de Related en México. «Nosotros no sólo queremos estar en el Distrito Fede­ral; también queremos desarrollarnos en centros turís­ticos como Cancún, Los Cabos e Ixtapa», asegura el nombrado Donald Trump latinoamericano. Acorde con el presidente del grupo, en los próximos cinco años se planea ejercer una inversión global de alrededor de 5,000 mdd. pamm2_bueno  

 

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