En febrero, los precios al consumidor subieron 0.1%, el menor desde octubre pasado.   Reuters Los precios al consumidor de Estados Unidos subieron marginalmente en febrero, pero la falta de presiones inflacionarias probablemente no disuadirá a la Reserva Federal de continuar recortando el estímulo monetario. El Departamento de Trabajo dijo el martes que su índice de precios al consumidor (IPC) aumentó sólo un 0.1% mensual. El IPC también había subido el 0.1% en enero, y la última medición estuvo en línea con las previsiones de los economistas. En los 12 meses a febrero, los precios al consumidor se incrementaron el 1.1%, una moderación desde el avance de 1.6% en enero. El aumento de febrero fue el menor desde octubre pasado. Sin contar alimentos ni energía, que son dos categorías volátiles, el llamado IPC subyacente creció el 0.1% por tercer mes seguido. En los 12 meses a febrero, esta medición se elevó el 1.6 por ciento tras aumentar el mismo margen en enero. La inflación al consumidor se ubica debajo de la meta de la Fed, del 2%, lo que sugiere que las tasas de interés probablemente seguirán cerca de sus mínimos récord, incluso en momentos en que el banco central estadounidense está recortando la cantidad de dinero que inyecta en la economía cada mes. El mes pasado, los precios de los alimentos subieron 0.4%, el mayor avance desde septiembre de 2011. Eso explicó más de la mitad del incremento del IPC el mes pasado. Los precios de la gasolina bajaron por segundo mes, ayudando a contrarrestar los fuertes aumentos en el valor del combustible de calefacción y el gas natural.

 

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