La palabra «bienestar» ha tomado un protagonismo especial durante la presente administración en México: hemos oído hablar del Banco del Bienestar, Gas del Bienestar, incluso se ha creado en este gobierno la Secretaría del Bienestar. Bienestar es un concepto tan básico en el desarrollo de la persona que, como suele suceder con lo que nos es más común, dejamos de ver su importancia y relevancia al acostumbrarnos a ello. El objetivo fundamental de toda sociedad no debería ser medido por la riqueza sino por el bienestar, entendiendo, sin embargo, que un desarrollo económico positivo, es decir; mayor riqueza, conlleva como consecuencia un mayor bienestar para los ciudadanos.

En el caso de la gastronomía, el modelo no necesariamente sigue los mismos parámetros, es decir; no significa que mientras más costoso es el plato, mayores beneficios trae. La economía culinaria, nos enseña, contrariamente, que una buena organización, una óptima planeación de tiempos y un aprovechamiento de los recursos disponibles nos otorga un mayor bienestar; me explico:

La modernidad nos brinda la posibilidad de contar con numerosos ingredientes –prácticamente todos– en cualquier día del año; nos hemos olvidado por tanto de la estacionalidad y con ello pagamos precios que de otra forma no sería necesario. Poca gente conoce ya cuándo es tiempo de mangos, de naranjas, de kiwis o de los distintos tipos de setas por poner sólo unos ejemplos. En un supermercado encontramos estos productos casi todo el año, pero no todo el año pagamos los mismos precios por ello, afectando el bienestar económico de las familias. Esto hablando de economía, pero en el tema de la salud, hablar de bienestar se torna mucho más relevante.

México es un país que sufre de obesidad, casi el 70% de los adultos en México padece sobre peso u obesidad con un costo en el presupuesto de salud pública que podría llegar a superar los 250,000 mdp en 2023. El ritmo acelerado de vida, las condiciones laborales, la mala alimentación, el incremento de otras enfermedades como estrés y ansiedad son parte de las causas de este fenómeno. ¿Cómo combatirlo? La respuesta debe estar en la educación; no sólo de los niños sino de las familias enteras y de las empresas. Entender el entorno que nos rodea y los recursos que la naturaleza pone a nuestra disposición son la clave del bienestar. 

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La gastronomía nos enseña que una dieta sana, siguiendo los calendarios estivales pone a nuestra disposición una riqueza de posibilidades a un bajo costo. Si conocemos la estacionalidad del campo e incorporamos esos ingredientes para la cocina –como se hacía antaño–, la cantidad y calidad de nutrientes que llegan a la mesa impactarán de forma positiva no sólo nuestra salud sino nuestra economía. Pero bienestar no debe quedar tampoco sólo en el ámbito de la economía y la salud.

Bienestar es un concepto integral que debe involucrar todo el entorno de la persona. A través de la gastronomía, mejoramos, como ya dijimos, la economía y la salud, pero la cocina genera también convivencia a través del encuentro. El equilibrio de una persona tiene que ver con lo físico, con lo mental y con lo espiritual, sólo entonces podemos hablar verdaderamente de bienestar. Provocar que una alimentación saludable se comparta con la familia y con los amigos multiplicará los beneficios de las personas. Darnos tiempo de convivir con los demás ya sea en casa o en los espacios de trabajo, nos saca de nosotros mismos (de nuestras presiones, de nuestros problemas, de nuestras ansiedades, etcétera) y nos abre posibilidades de enriquecimiento como individuos que forman parte de una comunidad.

Educación, por tanto, como generador de cambio, no debe quedarse en el ámbito de lo familiar sino también de lo laboral y de lo social; provocar que las empresas coadyuven a que los individuos tengan los elementos necesarios para compartir los alimentos en un ambiente de relajación, descanso y convivialidad alimentando así no sólo el cuerpo sino el espíritu, es también camino para el verdadero bienestar. 

La gastronomía mexicana ha sido conocida y reconocida como ejemplo mundial de riqueza y valor a través de sus ingredientes y de su gente, hoy es momento de que provoque, además, una visión holística del concepto de bienestar para beneficio económico, físico, mental y espiritual de los mexicanos. ¡Ojalá que así sea!

Contacto:

Luis Javier Álvarez Alfeirán, MA. Director de Le Cordon Bleu-Anáhuac

[email protected]

Twitter: @DirectorLCBMx

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