Por: L.C.P. y F. Sergio Alberto Morales Zaldivar, integrante de la Comisión de Ética y Responsabilidad Profesional del Colegio de Contadores Públicos de México, emprendedor y conferencista

Uno de los temas más esperados para el cierre del año tanto para empresarios, trabajadores y personas en general, es conocer cuáles serán las novedades que las autoridades implementarán en materia fiscal, laboral y empresarial.

Hoy en estos últimos rubros existe un ambiente de incertidumbre debido al aumento acelerado de la inflación y el constante aumento de las tasas de interés, además de todos aquellos factores que están afectando a la economía. Ciertamente, con los cambios fiscales que se avecinan cada año en esta temporada la incertidumbre va al alza. 

Para muchos fue una gran sorpresa saber que en 2023 no habrá cambios significativos en cuanto a contribuciones se refiere, de hecho, no se contempla la creación de nuevos impuestos ni el aumento de los que ya conocemos. Tampoco se contemplan cambios en los estímulos fiscales.

El principal argumento de las autoridades al no hacer cambios en la Miscelánea Fiscal 2023 es dar certeza jurídica y fomentar la inversión extranjera ya que, según datos del propio Servicio de Administración Tributaria, actualmente existen alrededor de 600 empresas extranjeras que están en total disposición de migrar de Asia a México.

Las que sí sufrirán modificaciones son las cuotas y tarifas como consecuencia de la inflación que se vive actualmente en el país.

En la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación, el gobierno federal ha propuesto recaudar más de 4.6 billones de pesos, esto es un aumento anual de 9.9% en términos reales y en donde el Impuesto sobre la Renta (ISR) será el eje de los ingresos tributarios.

La realidad es que la autoridad fiscal mexicana lleva varios años consecutivos obteniendo recaudaciones récord debido al Impuesto Sobre la Renta y el Impuesto al Valor Agregado principalmente, incluso en el año 2022 la recaudación de ISR aumentó un 15%. 

Lee también esta columna de los especialistas del Colegio de Contadores Públicos de México: El impacto de la inflación en los bolsillos de los mexicanos

La oportunidad de generar un cambio

El año 2022 era el momento de crear un cambio, una mejora en materia fiscal, no obstante, la percepción que tiene la mayoría de los mexicanos en torno a las contribuciones así como al uso y utilidad del recurso económico es diferente. Al no haber cambios estructurales y significativos en materia fiscal para el 2023, será muy complicado poder desarrollar cambios sustanciales para el 2024 debido a que serán las elecciones federales y eso limitará las modificaciones fiscales. La siguiente administración recibirá un reto gigante de finanzas públicas con deuda y una necesidad todavía mayor de gastos.

El 2023 pudo haber sido el año de la consolidación del Régimen Simplificado de Confianza y aunque uno de los retos principales del SAT desde hace algunos años es disminuir la evasión fiscal y el comercio informal, aún quedan muchas iniciativas que brinden certeza y confianza a todas aquellas personas físicas o morales que aún no se han regularizado en materia contributiva.

Para todos es bien sabido que mientras cada año se rompe el récord de recaudación fiscal con respecto al ejercicio anterior, la realidad es que lo que no ha cambiado ni mejorado es la cultura contributiva de los mexicanos.

Cambio de percepción 

Si para el año entrante los cambios en materia fiscal serán mínimos para brindar certeza a la inversión extranjera y que dicha derrama económica pueda impactar positivamente al país, el Servicio de Administración Tributaria tiene hoy en día grandes áreas de oportunidad respecto a la población mexicana.

Es un secreto a voces el enorme potencial que hay en la plataforma digital y en la mejora de sus procesos internos, así como los procesos de trámite que todos los contribuyentes se ven obligados a llevar a cabo. Mejorar la “experiencia al cliente” podría ser una de las grandes innovaciones y cambios para los años entrantes.

Otra de las grandes áreas de oportunidad de la autoridad sería el desarrollo de más y mejores programas de transparencia y herramientas para prevenir el lavado de dinero, así como la prevención de los delitos cibernéticos.

En conclusión, brinda certidumbre el saber que los únicos cambios que ocurrirán en el panorama fiscal tienen que ver con los ajustes inflacionarios en las cuotas y en las tarifas y que hay una esperanza de recibir inversión extranjera en el país después de una fuga de capitales sin precedentes y un sobreendeudamiento por parte del gobierno federal, pero queda la sensación de que las autoridades pueden y deben hacer más por sus contribuyentes.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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