El año 2022 fue uno de los más convulsos en el mercado de valores desde 2009. Hace casi tres lustros la crisis hipotecaria subprime puso de rodillas al sistema financiero mundial, pero este último año no hubo hipotecas de baja calidad empaquetadas en portafolios de inversión vendidas a diestra y siniestra por bancos norteamericanos. Lo que vivimos en 2022 fue una resaca resultante de una inconmensurable impresión de dinero. En 2020 y 2021 prácticamente todos los mercados accionarios subieron, pero las carretadas de dinero barato no eran para siempre y esas facturas se pagaron caras, los principales índices bursátiles del planeta y casi cualquier región y sector del mundo tuvieron rendimientos negativos.
La historia reciente ha dejado moralejas importantes. No está en nuestras manos controlar a los mercados de valores y existen cisnes negros que pueden provocar que las cosas cambien en nuestras vidas drásticamente y con rapidez. Las finanzas y la salud son ejemplos de lo anterior y por lo tanto es indispensable invertir eficientemente nuestro patrimonio.
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Ha iniciado un nuevo año y aquí les comparto algunas razones por las que deben invertir en 2023.
Nuestro entorno profesional se puede deteriorar en cualquier momento. Algunas firmas de inversiones siguen sosteniendo que este año el mundo puede enfrentarse a una recesión lo que acarrearía consigo pérdida de empleos y/o disminución del ingreso. Por consiguiente, es importante tener control de nuestras finanzas en el corto plazo y mi recomendación es tener invertido, cuando menos, el equivalente a tres meses de sueldo en un instrumento de inversión que sea muy líquido y que no tenga variaciones. Un fondo de inversión de bonos gubernamentales de corto plazo en moneda local es un buen destino para los recursos que constituyen esta red de seguridad.
Tener un ingreso pasivo en el futuro es una de las moralejas que ha dejado la más reciente crisis. Es importante diversificar nuestros ingresos (no importa qué tan segura parezca nuestra fuente de ingreso) porque las cosas pueden cambiar drásticamente en cualquier momento. Invertir nuestro dinero para adquirir un bien raíz o iniciar algún emprendimiento son buenas ideas en el mediano plazo.
Los grandes empresarios saben que la clave del crecimiento de su patrimonio es tenerlo diversificado. Hemos visto a personalidades del mundo empresarial que son dueños al mismo tiempo de una empresa aeroespacial, una innovadora compañía de autos eléctricos y una red social. Mientras más trabaje nuestro dinero, menos trabajaremos nosotros. El dinero destinado para este objetivo puede diversificarse en fondos de inversión de bonos de corto y mediano plazo, incluso algunos títulos que repliquen a diferentes índices accionarios que nos permitan incrementar nuestro patrimonio con un horizonte de mediano plazo, es decir de 1 a 3 años.
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El largo plazo suele traer consigo incertidumbre, pero la incertidumbre es más sencilla de sobrellevar con dinero que sin dinero. Hace algunos meses (en plena pandemia) durante una entrevista de radio en la que participé una mujer de la tercera edad tomó el teléfono y llamó a la cabina para explicar su situación:
–“Tengo 72 años. Es imposible enfrentar este entorno de salud y crisis económica para quienes no tenemos un ingreso y estamos en la etapa final de nuestra vida”.
Tenía toda la razón. El futuro es complejo para quienes no hayan tenido una inversión que les permita afrontar las adversidades que llegan con la vejez, por eso, es imperativo que cualquier persona se dé a la tarea inmediata de iniciar la inversión para su jubilación. Para la mayoría de nosotros este evento tiene un horizonte de inversión de largo plazo, es decir, de más de 3 años y, en consecuencia, se puede estructurar un portafolio de inversión diversificado entre fondos de inversión, acciones y diferentes divisas que aproveche las oportunidades que tienen los mercados de valores.
Es un excelente propósito para este nuevo año iniciar una inversión, nuestro futuro lo agradecerá.
Les deseo felices inversiones.
Edgar Arenas Sánchez es economista, gerente comercial en una casa de bolsa en México, profesor de economía bursátil en la UNAM, blogger de Rankia México y autor del libro “Invirtiendo y entendiendo”, reconocido por la Universidad Anáhuac, universidad de Cantabria y Santander Financial Institute como mejor asesor de inversiones en 2020 y 2021.
