Por Gerardo Aparicio, director de Cultura Financiera del Grupo BMV
El mes de octubre se caracteriza por ser un periodo en el que se percibe el miedo y probablemente sea por las famosas celebraciones de Halloween o el Día de Muertos que vienen desde mucho tiempo atrás.
El primero se celebra la noche del 31 de octubre de cada año. Su historia comienza con los celtas hace más de dos mil años. Al coincidir con el fin de las cosechas, se consideraba una temporada de desdicha y creían que los muertos regresaban por los vivos; mientras que el Día de Muertos es una tradición de origen prehispánico que celebraban las culturas como la mexica, purépecha, maya y la totonaca.
Posterior a la conquista española y la llegada de la religión católica, la fiesta se mezcló con la conmemoración de todos los fieles difuntos que se realiza el 2 de noviembre de cada año.
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En los mercados financieros podemos hablar de miedo en estas fechas también, pues el 24 de octubre de 1929 se produjo el desplome que desató la gran depresión en Estados Unidos y que derrumbó a la bolsa de Nueva York. Asimismo, el 19 de octubre de 1987, el índice Dow Jones llegó a retroceder hasta 22% y hoy, lo que tenemos al cierre del mes de septiembre, es un mercado accionario a nivel mundial con una contracción que promedia entre 18 o 20% y que ha venido recibiendo datos como:
- El recrudecimiento de la guerra en el este de Europa
- La alta inflación que no se veía desde hace 40 años
- Los incrementos en las tasas de interés que encarecen el financiamiento
- Los recortes a las expectativas de crecimiento a nivel mundial por parte de organismos tan relevantes como el FMI
- La renuncia de la primera ministra británica con tan solo seis semanas en el cargo, etcétera.
Y podríamos seguir sumando datos, los cuales generan un alto grado de volatilidad, pero es justo por esas razones y más, que la recomendación de invertir como siempre será muy buena, aunque claro, identificando más que nunca:
- Los objetivos de inversión
- El plan de como irá incrementándose nuestra inversión con nuevos depósitos que iremos haciendo en el futuro
- La creación de una cartera diversificada
- Las formas en las que iremos monitoreando la misma, etcétera.
Sin duda, cualquier tiempo es un buen momento de inversión; o bien, para repasar ciertos conceptos que, de acuerdo con la edad que tengamos, nos deben de quedar muy claros:
- Cuando tenemos hijos es importante hacer énfasis en que les quede claro el valor del dinero
- De jóvenes no olvidar la relevancia del análisis costo-beneficio
- En la edad adulta, manejar adecuadamente el crédito
- En la fase del preretiro, proteger nuestro ahorro para el retiro
- Una vez retirados, será momento de disfrutar las buenas decisiones que se fueron llevando a cabo en el tiempo.
¿Por qué no comenzar a invertir en esta temporada de terror para contrarrestar actitudes como el desánimo o la incertidumbre?
Te deseo una temporada de mucho terror, pero te aseguro que de esta saldremos muy fortalecidos.
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