Redefiniendo lo natural

La Generación Z es nuestro futuro consumidor, así que quien logre entender cómo hablarle será el ganador en materia de lo natural, recuperando la tranquilidad que el consumidor ya busca.     Para abordar el concepto de naturalidad es necesario revisar la transformación que ha sufrido al paso de diferentes generaciones, ya que esto define el fondo y la forma de éste. La Generación X es una generación materialista, sumamente consumista, orientada al éxito con base en metas y objetivos, entregada de lleno al trabajo. Ellos le dieron la bienvenida a la tecnología y a un estilo de vida completamente artificial, donde todo lo industrial era lo preferido. El bienestar se alcanzaba con el acceso a miles de productos y al consumo masivo y desmedido, donde entre más tuvieras “más feliz eras”. Vivieron de esta manera durante años, hasta que empezaron los problemas de agotamiento de recursos, contaminación y el cambio climático. Es aquí donde la siguiente generación, los Millennial, juega un papel crucial. Una generación idealista, proactiva, a quienes les importa más el viaje que el destino. Emprendedores y siempre motivados a hacer un bien, se dan cuenta que esta forma de vida industrial y artificial no lleva a ningún lado y que es necesario hacer un cambio radical. Con este nuevo mindset, volteamos la mirada de regreso a lo natural, a lo no procesado, a lo simple, a lo que proviene de la naturaleza… y es así como esta generación resignifica y redignifica la naturalidad y lo convierte en un concepto clave para el consumidor. Se da un primer esfuerzo consciente, idealista y empoderado, con una intención profunda de recuperar la naturalidad. Es entonces cuando empieza esta preocupación por un consumo más informado, consciente y que además tenga un impacto positivo en el entorno. A partir de esta transformación es cuando surgen nuevas tendencias: la trazabilidad, la transparencia, la funcionalidad, la ecología y la responsabilidad social, como un primer esfuerzo por tener este peace of mind. Hoy estamos en un momento de transformación del mindset, una época de transformación en la concepción del mundo y, aunque hoy no existe la infraestructura que nos permita alcanzar en un 100% la meta que buscamos, estamos evolucionando hacia allá. En México surgen propuestas por parte de la industria como un esfuerzo por darle al consumidor tranquilidad; sin embargo, estas propuestas aún no tienen el alcance suficiente para asegurarle al consumidor que aquello que compra es verdaderamente natural, la tecnología todavía no puede proveer de soluciones absolutas: hoy sólo hay códigos y formas, no hay fondo. El camino entre el fondo y la forma son matices de grises, en que el “fondo” se acerca más a conocer el origen, a lo orgánico y local, a lo ecológico, lo socialmente responsable, y finalmente llega a la “forma”, donde las propuestas se basan, sobre todo, en comunicar que su producto es natural, a través de códigos muy básicos en el empaque, el etiquetado, los colores, el diseño, etcétera. Trabajamos con consumidores de diferentes generaciones para entender cómo viven el concepto de naturalidad hoy en día. Nos dimos cuenta que mientras entre los Millennials es una necesidad reactiva, algo que se intenta recuperar y a lo que se quiere regresar, para la Generación Z la naturalidad es la única manera en que entienden el consumo, y aunque no existe en ellos esta conciencia de vincular la naturalidad con la salud, saben que es la mejor manera de vivir, consumir y producir. La Generación Z (de 5 a 20 años de edad) es nuestro futuro consumidor. Buscará productos que sean funcionales, transparentes y honestos, y que al mismo tiempo tengan poco impacto negativo en el entorno, respondiendo a todos los códigos de la naturalidad. Quien logre entender cómo hablarles y adaptar sus productos y comunicación a su lenguaje, será el ganador en materia de lo natural, recuperando la tranquilidad que el consumidor ya busca.     Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @BigFootMex Facebook: Bigfoot México Página web: BigFoot     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.