En muchos círculos laborales hay miedo e incertidumbre ante el irremediable arribo de nuevas tecnologías que están desapareciendo puestos de trabajo o cambiando profundamente la manera en que hacemos nuestras tareas.

La amenaza, según un estudio del WEF y Accenture –Jobs of Tomorrow: Large Language Models and Jobs–, es que posiciones muy rutinarias, como las de quienes autorizan créditos en los bancos, realizan labores de oficina, atienden clientes por teléfono, analizan datos o realizan los cobros en la caja de un local, por mencionar unas cuantas, tenderán a desaparecer.

Pero la oportunidad está en que, en la gran mayoría de los puestos de trabajo, las nuevas tecnologías nos pueden convertir en personas más productivas y sanas.

El factor clave de este cambio se da cuando verdaderamente adoptamos las nuevas herramientas y les sacamos un buen provecho para la vida.

Los ejemplos pueden tener diferentes grados de sofisticación, como cuando un repartidor en motocicleta independiente usa una aplicación de geolocalización para llegar a un sitio de entrega en el menor tiempo y librando los nudos del tráfico, o cuando lo aprovecha una empresa de logística para entregar un producto de alto riesgo.

El primero utilizará una aplicación gratuita en celular y la segunda otra privada con altos estándares de seguridad y encriptación, pero en ambos casos ya están empleando inteligencia artificial.

¿Cuántas veces no nos ha sorprendido un vendedor de la calle que saca su terminal para cobrar con tarjeta, que nos ofrece que paguemos por transferencia o hasta usa una aplicación para enviarnos el producto?

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La inteligencia artificial está acelerando este proceso y sus efectos podrían parecernos muy despiadados: este artículo ya puede ser escrito por la inteligencia artificial, casi sin intervención humana. 

Ese “casi” es la luz que nos debe motivar. Necesitamos estar preparados con ciertas habilidades digitales para mejorar nuestro desempeño y para poder cubrir los empleos del futuro.

Las universidades lo tienen claro, han creado áreas o han incorporado en sus materias este tipo de herramientas, como lo hemos hecho en Tecmilenio y que nos permitió ser la primera institución de educación superior en pasarse al 100% a la enseñanza a distancia durante la pandemia.

Sin embargo, quienes no somos nativos digitales –incluso ellos– estamos sufriendo ante estos cambios.

Como nos lo dice Daniel Granatta, que estará con nosotros el 26 y 27 de octubre en nuestro Wellbeing 360 – conéctate gratis en https://www.wellbeing360.tv/live/home.html –, “la inteligencia artificial obliga a forjar conexiones más humanas y profundas”.

De manera personal, el cambio requiere de nuestra disposición a aceptarlo, a aprender cosas nuevas, a mirar desde nuevos ángulos. No se trata de que aprendamos a programar (salvo quienes quieren dominar esas funciones), sino que estemos abiertos a usar estos nuevos lenguajes y nuestra experiencia e inteligencia para aprovechar sus herramientas.

Que pongamos en ese camino nuestras mejores competencias humanas para la vida, nuestras power skills, con las que gestionamos nuestras emociones y destrezas.

Hablo de aprovechar o volver a aprender esas habilidades que nos permiten hacer frente a los cambios e incertidumbre, como la resiliencia, la confianza, la esperanza, el saber comunicarnos, el preguntar; ser curiosos, agradecer, amar, comprometerse, gestionar equipos, etc. Son acciones de bienestar que no sólo nos llevarán a encontrar nuestro nuevo sitio en el trabajo, sino a vivir mejor.

Pero a nivel organizacional, corresponde a empresas y gobiernos aplicar políticas que permitan una transformación sana de los puestos de trabajo. 

Significa preparar a la gente y darle libertad para que vayan reconfigurando sus tareas.

Lejos de desaparecer, muchos puestos se volverán más autónomos y productivos; la industrias y la economía pueden crecer y los seres humanos tenemos nuevamente la oportunidad de volvernos más humanos, si aprovechamos este tiempo de cambio y erradicamos el miedo.

Contacto:

Rosalinda Ballesteros es directora del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral de Tecmilenio.

Twitter: w360tecmilenio

LinkedIn: W360tecmilenio

Mail: [email protected]

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