Por Jorge López Chapa* En menos tiempo que terminará de leer este párrafo inicial -para lo cual empleará unos 8 segundos- ya se emitieron alrededor de 1,600 facturas electrónicas en México. O en los poco más de 9 segundos que Usain Bolt ha corrido los 100 metros planos, ya se hubieran generado 1,800 comprobantes fiscales. Pero la cifra que más me impresiona es que en 1 segundo, ¡1 segundo!, ya fueron emitidas 200 facturas, como recientemente precisó el SAT al dar a conocer los resultados de la generación de este documento fiscal durante el primer cuatrimestre del año. En total, 2,705 .8 millones de documentos fiscales se generaron en un periodo de cuatro meses. El anterior, es el alcance que este importante documento hacendario tiene hoy en día, desde que en el 2004 el SAT promovió reformas al Código Fiscal de la Federación, donde se establecía por primera vez el uso de la Firma Electrónica Avanzada. 13 años después, México tiene uno de los sistemas de facturación electrónica más robustos y eficientes del mundo. Tan es así, que nuestro país es punto de referencia y ejemplo en la política de declaración de impuestos para naciones como Estados Unidos, cuyo sistema de facturación digital es incipiente. Tan adelantada está en nuestro país la emisión de la facturación electrónica, que en la Unión Europea apenas será obligatorio su uso el 27 de noviembre de 2018, cuando para nosotros fue el 1 de enero de 2014; esto es, hace casi cuatro años. Ante este panorama, y tratar de evitar lo que tradicionalmente sucede con la cultura mexicana (dejar todo al último momento), le quiero preguntar, amable lector, ¿cuenta ya con un Proveedor Autorizado de Certificación (PAC) con el que se siente seguro para continuar en esta nueva versión de factura electrónica (3.3)? A continuación, le comparto cinco tips básicos que tiene que tomar en cuenta a la hora de acercarse con su proveedor autorizado.
  1. Cerciórate que el PAC esté autorizado por el SAT. Para ello, puedes acudir a la página web de este organismo y buscar que se encuentre en la lista oficial con todos y cada uno de los diferentes documentos que se pueden procesar.
  2. Indaga la reputación de la empresa. Pídele que te den acceso a algunos de sus clientes, para que te acerques a ellos y te cuenten su experiencia.
  3. Precisa el volumen exacto de las facturas que necesitas al mes, y evalúa si la PAC tiene la capacidad para ofrecerte el servicio que requieres, esto también lo puedes localizar en la página del SAT.
  4. Pregunta si tienen un servicio de asesoría y soporte en línea, telefónico o redes sociales, para que tengas siempre la atención adecuada.
  5. Observa si te ofrece las herramientas necesarias que tu negocio realmente requiere, por ejemplo, si se puede facturar desde cualquier dispositivo de manera sencilla y amigable; si cuenta con un software veloz, y la capacidad de resguardar tus comprobantes fiscales los cinco años de ley que exigen las autoridades.
Toma en cuenta estos sencillos consejos para que, a partir del 1 de diciembre, el cambio a la Factura 3.3 no te tome desprevenido. *Jorge López Chapa es Director de Interfactura.     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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