Hace más de una década, el mundo tenía una relación lejana con la tecnología en algunos sectores, y se le veía como un asunto de ciencia ficción. Pero, de pronto, comenzamos a observar cómo algunas industrias sumaban las herramientas digitales a la base de sus operaciones.
Esto trajo consigo un vuelco en la forma de entender, por ejemplo, la economía y los negocios. Cómo se concibieron las nuevas necesidades de los “clientes” y cómo, eventualmente, se comenzaron a convertir en “usuarios”.
Según un reporte de Santander, entre los pilares que sostienen a las firmas en una economía digital, destaca la infraestructura, entendida como los recursos tecnológicos con los que cuenta el negocio, e incluye programas informáticos (software), equipos (hardware) y talento humano especializado.
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Firmas como Traxion, Konfío, Bitso, Kubo Financiero, Kavak, Clip, Clara, Softek, Nowports o Covalto (antes Credijusto), por mencionar algunas, han venido no sólo a revolucionar la forma de hacer negocios con herramientas digitales, sino a diversificar sus ofertas bajo las necesidades actuales de los clientes que buscan una mejor experiencia, personalización e inmediatez en los servicios.
Son grandes los retos a los que se enfrentan las firmas que se suman a la economía digital, desde una homologación con la regulación vigente en sus modelos de negocio y mayor visibilidad en el panorama regional, hasta la disponibilidad tecnológica en diversas zonas donde la llamada democratización digital es sólo una idea.
Así es como los cambios en el ecosistema de los negocios y en la economía parecen comenzar apenas
