junio 17, 2018 @ 7:37 am2018-06-17T07:37:33-06002018-06-17T07:47:06-0600
Ella Fitzgerald, la voz eterna del jazz a 22 años de su partida
Difícilmente se puede pensar en jazz sin que la voz de Lady Ella llegue a la cabeza. Hoy, a 22 años de su muerte, recordamos a la primera dama de la canción con una selección de su música.
Difícilmente se puede pensar en jazz sin que la voz de Ella Fitzgerald llegue a la cabeza. Su característica improvisación y precisión convirtieron sus interpretaciones en las piezas más emblemáticas del género. Tímida pero siempre poderosa en el escenario, Lady Ella desafió los límites raciales y los estándares de género a lo largo de una carrera de más de seis décadas.
Galardonada con la Medalla Nacional de las Artes y 13 premios Grammy, Fitzgerald volvió eterna la música de los grandes de su época. En palabras del compositor Ira Gerswin: “Nunca supe lo buena que eran nuestras canciones hasta que escuché a Ella Fitzgerald cantarlas”.
Hoy, a 22 años de su muerte, recordamos a la primera dama de la canción con una selección de su música.
Object of My Affection – Live at Chautauqua (Vol. 1), 1968
La primera vez que un público escuchó la voz de Ella Jane Fitzgerald, fue al ritmo de la música de Dean Martin. Durante una noche amateur en el Teatro Apollo de Harlem en 1934, Fitzgerald decidió cantar The object of my affection can change my complexion.
A Tisket, A Tasket – Ella Fitzgerald and The Chick Webb Orchestra, 1938
La canción infantil que catapultó a Lady Ella a la fama con tan solo 21 años de edad. Su grabación con el Chick Webb Orchestra ingresó al Salón de la Fama de los Grammy en 1986.
The Nearness Of You – Ella and Louis, 1956
Con una oda a las baladas del vocal jazz, Lady Ella y Louis Armstrong colaboraron en tres álbumes entre 1956 y 1959, uno de los momentos más importantes de los dos íconos del jazz.
I ain’t got nothing but the blues – Ella Fitzgerald Sings the Duke Ellington Song Book, 1957
En 1958 Fitzgerald se convirtió en la primera mujer afroamericana en ganar un Grammy. El álbum dedicado a las obras de Duke Ellington fue parte de la serie de Song Books, otro de los momentos cumbre de su carrera.