- Mercadotecnia. Las marcas necesitan posicionamiento en medios tradicionales y en línea, así como estrategias para acercarse a los clientes. Los proyectos de este estilo pueden ir de unas semanas hasta periodos más prolongados, dependiendo de la dimensión por lo que es muy frecuente tasar el pago en horas.
- Desarrollo web y de aplicaciones móviles. Dice el dicho que si no estás en la red, no existes. Aunque drástico, tiene su grado de verdad. El grado en que las empresas demandan este tipo de servicios está creciendo en forma importante. Lo más frecuente es que este tipo de desarrollos se paguen por proyecto y se pueda tener ingresos por mantenimiento del producto.
- Comunicación. El desarrollo de contenidos se ha convertido en un bastión que genera demanda, no sólo en los medios tradicionales de comunicación sino en redes sociales y medios electrónicos. En el caso del manejo de redes, los contratos suelen ser por un tiempo determinado, mientras que la redacción de contenidos suele cobrarse por número de cuartillas o directamente por material redactado.
- Diseño gráfico. Las empresas tienen un creciente interés en contar con contenidos gráficos de alto impacto que sean llamativos para sus clientes. Este tipo de servicios se cobran por consulta o por proyecto.
- Servicios de traducción. Las empresas globales requieren de contenidos que sean accesibles para sus trabajadores y para ello necesitan de traductores que los pongan en el idioma nativo de la región. La televisión por streaming está necesitando de estos servicios para subtitular sus contenidos.
Carreras con empleabilidad en emprendimiento
Los jóvenes que estén decidiendo qué es lo que van a estudiar tienen que tener en cuenta su vocación y el grado de empleabilidad que van a tener con su preparación.
El principal objetivo de la economía es desarrollar mejores políticas para minimizar los problemas y maximizar los beneficios que podemos obtener con nuestro esfuerzo. En esa condición, el estado ideal de las cosas sería que los individuos que estén dispuestos a trabajar puedan conseguir un empleo digno en un tiempo razonable. Es decir, un país con un alto nivel de empleo es el objetivo preponderante de una región ya que ello propicia un grado de aprovechamiento eficiente de los recursos. Por el contrario, el desempleo generalizado es desmoralizador y representa un despilfarro económico.
Algo va mal, claramente mal cuando la gente no puede encontrar un trabajo digno en el que pueda desempeñarse y aplicar todas sus potencialidades. Estar dispuesto y capacitado para encontrar trabajar y no tener la oportunidad de hacerlo tiene un sabor muy amargo. La aspiración de todo ser humano que tenga las competencias para emplearse es legítima y la ilusión con la que los jóvenes se preparan en las universidades contrasta con la poca empleabilidad que van a enfrentar.
La definición tradicional de empleabilidad es esa facultad que tiene el individuo para colocarse en una posición laboral y permanecer en ella, aunque una visión más moderna tiene que ver con la capacidad de encontrar una actividad productiva constante y redituable que le permita hacer frente en forma digna a las obligaciones contraídas. Es decir, hoy no se trata de salir a tocar puertas a solicitar un puesto de trabajo, también tiene que ver con tocar esas puertas para ofrecer servicios necesarios.
En esta condición en el terreno profesional, una opción que se vuelve cada vez más popular es entrar al mundo del emprendimiento. El ejercicio profesional independiente es una posibilidad que se abre ya que hay un mercado listo para todo tipo de oficios y profesiones, que además trae consigo algunas ventajas como situarse en la posición de auto emplearse o de ofrecer empleo en vez de buscarlo. Workana, la plataforma más grande de contratación de freelancers —trabajadores independientes—, reporta cuales son las carreras con mayor potencialidad en estos mercados: