En el complejo mundo de los negocios y la competencia económica, la toma de decisiones informadas es esencial. El proceso de Due Diligence (DDC), o Debida Diligencia, juega un papel crucial en la evaluación de oportunidades y riesgos antes de llevar a cabo transacciones comerciales. Cuando se aplica de manera efectiva, el DDC no solo puede ayudar a las empresas a tomar decisiones financieras más sólidas, sino que también puede contribuir a la promoción de la competencia económica en los mercados.

Este proceso de análisis se realiza antes de tomar decisiones importantes en los negocios (adquisiciones de empresas, fusiones, inversiones, financiamiento y otras transacciones comerciales). Su objetivo principal es obtener una comprensión completa de los activos, pasivos, oportunidades y riesgos asociados con una transacción. Promoviendo la competitividad y el desarrollo de un mercado saludable y dinámico.

La competencia económica es esencial para un mercado saludable y dinámico. Cuando las empresas compiten de manera justa y abierta, los consumidores se benefician de una mayor variedad de productos y servicios a precios competitivos. En este contexto, el DDC desempeña un papel fundamental en la promoción de la competencia económica ya que ayuda a determinar si la fusión resultaría en una concentración excesiva de poder en el mercado. Las autoridades reguladoras pueden utilizar los hallazgos de Due Diligence para decidir si aprobar o rechazar la transacción para mantener la competencia.

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Es muy importante considerar que durante el proceso de conocer a nuestro cliente (KYC), se pueden descubrir prácticas empresariales que podrían considerarse anticompetitivas. Esto incluye acuerdos colusivos, abuso de posición dominante y otros comportamientos que obstaculizan la competencia. La detección temprana de tales prácticas puede permitir a las partes interesadas tomar medidas adecuadas para prevenirlas o denunciarlas.

Así, el cumplimiento de las leyes antimonopolio y de competencia es fundamental para evitar sanciones legales y multas. El DDC ayuda a las empresas a identificar posibles problemas legales y regulatorios que podrían surgir debido a una transacción o actividades comerciales existentes.

Más allá, está la competencia económica como condición que beneficia a los consumidores al brindarles opciones y precios competitivos. El DDC puede ayudar a las empresas a evaluar cómo sus acciones afectarán a los consumidores y si se mantendrá un mercado saludable y competitivo, promoviendo la transparencia, la recopilación y divulgación de información precisa y completa, se permite a las partes interesadas tomar decisiones informadas y competir de manera justa en el mercado. Se proporciona información valiosa para la toma de decisiones comerciales, la identificación de prácticas anticompetitivas y la evaluación de riesgos legales y regulatorios. 

Al ayudar a mantener mercados competitivos y prevenir concentraciones de poder excesivas, el Due Diligence contribuye a un entorno empresarial más equitativo y beneficioso para los consumidores y la economía en general pues asegura que las empresas operen de manera justa y que la competencia económica prospere.

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