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Twitter Facebook Instagram Suscríbete a nuestro newsletter semanal aquíTrago con historia… Y el mejor pisco sour de Lima, Perú.
Country Club Lima, propiedad del portafolios de The Leading Hotels of The World, es el lugar donde el sabor converge con la cultura y la historia de dos naciones que comparten un mismo encanto.
A la tenue luz del bar se ilumina una copa fría. Chorrito de pisco, zumo de limón, jarabe de goma, clara de huevo. Shake, 10 segundos. Todo cae sobre los hielos. El beso final: unas gotas de angostura. Una figura entra por la puerta, libro bajo el brazo. ¿Hemingway? Cuelga su boina en un perchero. Camina, cauteloso, hacia la barra, desenvolviendo su bufanda con movimientos precisos. Toma la copa: es el mejor pisco sour de Lima.
El emblemático Bar Inglés, ícono cultural de la vida nocturna limeña, alberga sabores sorprendentes y exóticos que, desde mediados del siglo XX, han hipnotizado a la élite literaria, política y del mundo del espectáculo. Por la oscuridad de sus paredes de madera han circulado personajes como William Faulkner, John Wayne y Nelson Rockefeller.
En el corazón del Country Club Lima, el aguardiente nacional explora combinaciones sofisticadas en mezclas diseñadas por el jefe de bar, Luiggy Arteaga. El trago insignia de Perú ha logrado guardar su presencia en el tercer hotel más antiguo de la capital. La carta ofrece, para estimular aun más el apetito, cruces con aperitivos. Algarrobina, vermut o chicha morada. Sabores tropicales refrescan la característica textura seca de la bebida con los toques ácidos del maracuyá, el limón, la piña y la guinda (un tipo de cereza), evocando la vitalidad del prestigioso barrio de San Isidro.
El hotel, abrazado por el esplendor que caracteriza la zona, fue construido en 1927, convirtiendo a la ciudad en un destino exclusivo de polo y golf para la aristocracia británica. Con el tiempo, evolucionó a punto de encuentros íntimos entre escritores, artistas y diplomáticos, pero siempre manteniendo en su identidad su origen latino.
La elegancia que caracteriza la arquitectura del bar, con sus butacas de cuero y acabados clásicos de madera cobriza, se traduce en toques cuidadosos de diferentes bitters y escarchas que resaltan la esencia de la mixología peruana, no sólo en sus piscos, sino también en la amplia carta que ofrece el Bar Inglés.
Artículo publicado en la edición impresa de Forbes México. Abril 2020.