Para hablar de transformación digital debe hablarse de la tecnología y sus retos de adopción. En los últimos años, México ha sido visto como un país donde hay una penetración mediana de la tecnología aplicada a la industria y los negocios en general. Aunque la pandemia ha acelerado los procesos de digitalización al interior de las empresas, lo cierto es que no todas han logrado hacerlo a la misma velocidad.
“En IDC observamos desde hace unos cinco años lo que nosotros llamamos la tercera plataforma tecnológica, la primera fue el desarrollo de los grandes equipos , luego vino una ola de cómputo accesible, por ahí de 1982 y después, entre 2010 y 2011 vimos una tercera plataforma que implicó una gran convergencia”, relata Edgar Fierro, VP & Country Manager de IDC en México.
Esta tercera plataforma implica la convergencia de cuatro elementos: el cómputo en la nube, la utilización de Big Data, el acceso a la información a través de dispositivos móviles y la socialización en los procesos de interacción con el cliente.
Desde la perspectiva de IDC, esta tercera plataforma representa un acelerador en los procesos clave de todas las empresas.
IDC (International Data Corporation) es una empresa global con presencia en 65 países que analiza el rumbo de las soluciones tecnológicas para las empresas. En América Latina está presente hace 25 años y en México lleva 18 años. Cada año, la firma realiza 5,000 entrevistas para analizar las tendencias y el grado de adopción de las soluciones tecnológicas en las empresas.
“Somos los observadores de cómo se comportan y como se aprovechan en las soluciones tecnológicas en los diferentes modelos de negocios”, resume Edgar Fierro.
Sectores que han dado el salto
Al hablar de transformación digital a partir de la contingencia sanitaria es muy común escuchar la expresión “un salto de varios años que se ha dado en pocos meses”, Edgar Fierro explica que es una aseveración correcta, pero no lo es para todas las empresas, pues aquellas con mayor capacidad financiera han podido acelerar más la adopción de tecnología y la digitalización de procesos.
“En el sector tecnológico, las empresas más pequeñas son las que tienen una respuesta más agil, pero no ocurre así en todos los sectores, vimos una separación muy marcada en entre las organizaciones con mayor músculo financiero, mientras que las Pymes, que viven al día, vieron frenados los proyectos y no pudieron replantearse a partir de una actualización”.
El sector telecom, por ejemplo ha sido de los que han debido generar un avance muy acelerado en canales de comunicación con los clientes y mantenimiento de infraestructura física, sin embargo, también fue uno de los menos afectados en materia de ingresos.
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En el frente financiero, los bancos enfrentaron, en su mayoría, la pandemia en una condición de solidez financiera para adoptar nuevos instrumentos.
“Vemos que en lo general se tuvo que adaptar el servicio al cliente. En el sector de Retail se tuvo que generar una experiencia de compra 100% digital, fue algo que tocó desde las reseñas de los productos hasta la logística para entrega”, señala.
Edgar Fierro considera que uno de los avances más notables se ha dado en el campo de la salud, pues organismos públicos y privados han tenido que responder con esfuerzos para crear expedientes clínicos, compartir información de investigaciones y dar una respuesta más acelerada a la emergencia sanitaria.
Integrar la tecnología a las organizaciones
La tecnología ha tenido un efecto colateral que resulta positivo, pero no siempre es bien visto por las personas: el futuro del trabajo se aceleró.
El responsable de la operación de IDC en México explica que el reto principal para la adopción de tecnología o transformación de procesos suele ser el elemento humano, pues el cambio en la dinámica de trabajo tiende a generar impactos sobre los esquemas de gestión de talento. De ahí que 30% de los proyectos de transformación digital fracasen porque existe resistencia por parte de los colaboradores.
“Hay una resistencia normal porque usualmente vemos la mezcla de cuatro o cinco generaciones involucradas en procesos. Durante la pandemia, una de las preguntas era cómo medir la productividad si los empleados trabajaban a distancia, pero el principal desafío de la transformación digital es que haya una correcta comunicación porque cuando los empleados entienden los proyectos de modernización también entienden que es algo postivo porque los empleos no van a desaparecer”.
De acuerdo con cifras de IDC, en los próximos cuatro años se va a generar una demanda 10 millones nuevos empleos en campos como ciberseguridad, análisis de datos, desarrollo y programación.
Aprender a medir e implementar
Una de las preguntas más frecuentes por parte de los dueños de las empresas y los directores generales es, ¿cómo sé que la estrategia funciona? ¿cómo sé que invertí correctamente?
Edgar Fierro explica que en materia de mediciones hay muchas métricas que pueden ser útiles para evaluar resultados: ventas, nivel de transacciones, tiempo de mercado, índice de satisfacción. En muchos de los casos, el éxito de la implementación, dice, está relacionado con tener metodologías ágiles en los proyectos.
De acuerdo con IDC, seis de cada 10 empresas alrededor del mundo están buscando ser pioneros en la adopción de tecnología o buscarán agresivamente tecnologías emergentes.
“En las soluciones de tecnología de la información vemos que ha habido una evolución muy importante en los últimos tres a cinco años. Antes se pensaba que para adoptar un proyecto el desembolso era muy oneroso y los resultados se veían hasta que se concluía la implementación, pero hoy ya vemos beneficios de corto plazo, ya no es necesario pensar que se verán las mejoras en un periodo largo de tiempo”.
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