
Jeff Olson asegura que los líderes no invierten en políticas en pro de la felicidad de su talento. (Foto: Michelle Brugos).
El CEO, pieza clave Jeff Olson, autor del libro The Slight Edge y fundador y CEO de Nerium International, sostiene que las empresas gastan muy poco en capacitación, pero un porcentaje mucho menor de ese gasto está enfocado al desarrollo personal de sus empleados. “Cuando pensé en el tema de la felicidad, me di cuenta que nadie lo estaba incorporando […] Aquí no hay nadie que le inyecte dinero a esto”. Este gurú afirma que la felicidad está intrínsecamente relacionada con la filosofía y la actitud de las personas. “Hace unos cinco años apareció la felicidad en el horizonte, y me di cuenta que más que un sentimiento es una filosofía, una actitud”. La felicidad, asegura, crea sinergias pues hace que las personas sumen sus esfuerzos basados en visiones comunes. “El CEO crea mecanismos para que la gente se pueda unir y hacer las cosas mejor […] Hay dos mentes que crean una tercera, mucho más poderosa, y eso es lo que tratamos de hacer en el mundo de los negocios”. Una empresa que busca tener empleados felices requiere, ante todo, de un líder feliz: “La cultura es el ADN de una empresa, atrae a las personas que son iguales y repele a las que no lo son. Lo mejor es tener gente con una mentalidad en común en pro de las mismas intenciones”. Al respecto, Nic Marks comenta: “Si puedes provocar un cambio psicológico en el contrato entre el empleado y el empleador, ahí es cuando comienzas a derribar los bloqueos. Es mucho más un cambio de actitud que de políticas”. Bajo su cristal, el solo hecho de que un jefe salude a sus empleados todas las mañanas y converse brevemente sobre sus preocupaciones puede impactar positivamente en el nivel de felicidad de los empleados. Asimismo, afirma, diseñar actividades que mejoren la interacción y desarrollar proyectos que impongan nuevos retos y fomenten la creatividad y la innovación pueden ser buenas herramientas para recuperar a un empleado desgastado. Atracción del talento Las nuevas generaciones consideran el actuar social de las empresas para decidir si desean trabajar en un lugar o en otro. Ello, en consecuencia, generará un reto que las empresas deberán enfrentar. Bajo esa lógica, Nic Marks asegura que para los millennials la experiencia de la felicidad significa mucho más, porque esta es la forma de atraer y retener talento. Una encuesta elaborada por Manpower refleja que 54% de los empleadores ha enfrentado dificultades para cubrir vacantes en el país. De acuerdo con algunos especialistas, además de la falta de personal especializado, las empresas enfrentan el juicio de los jóvenes pues gran parte del talento humano prefiere aplicar para compañías que le permiten tener un mayor desarrollo profesional y bienestar en general. Por su parte, Jeff Olsen comenta: “Mi departamento de Recursos Humanos no contrata ni despide gente, más bien es la cultura la que lo hace. A mis empleados les encanta platicarles a sus amigos: ‘tienes que conocer esta empresa, me siento tan bien, siento que pertenezco, que me respetan, tengo amigos…’”. De acuerdo con Enrique Tamez, académico del Tecnológico de Monterrey, los millennials son personas que se la pasan compartiendo sus ideas en la red, por lo que las críticas y los halagos a una empresa se distribuyen rápidamente entre sí. “Nuestra generación tiene que hacer muy buen trabajo para que el chip de la felicidad y del bienestar permanezca, desempeñando un papel preponderante en la construcción de un nuevo mundo”, afirma Tamez en torno del papel que tienen actualmente los líderes con respecto a la creación de empresas más felices. Finalmente, el Grant Study sostiene que las personas que se sienten muy felices realmente disfrutan lo que están haciendo ahora. El objetivo es ese, permitir que la gente sea realmente feliz para que viva con pasión las actividades que realiza. ¿Eres una de ellas?