Un hotel, Spa, dos restaurantes y un centro de reuniones, conferencias y banquetes conforman la denominada Ciudad del Vino, situada en el municipio alavés de Elciego, España. El vino y la comida son el complemento perfecto para una estancia en un lugar inigualable.     Guillermo Hurtado de Amézaga fundó en 1858 una de las bodegas más antiguas de La Rioja (España). Hoy es reconocida por cualquier amante de la arquitectura gracias al edificio vanguardista diseñado por el canadiense Frank O. Gehry. Ha recibido numerosos premios, no sólo por el sinuoso edificio, sino también por sus excelentes vinos –Gran Reserva 2004 Bacchus de Oro 2013–, sus apetecibles restaurantes y el relajante Spa Vinothérapie Caudalie, que ha sido reconocido con el Best Design Award. La dualidad cultura y deporte se hace realidad en este paraje. Los más inquietos pueden completar la estancia con deportes de aventura, golf, paddel, hípica o ciclismo entre viñedos. Para los que prefieran la oferta cultural, próximo a la bodega se encuentra el Monasterio de San Millán de la Cogolla. Data del siglo VI y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se le denomina también “cuna del castellano”, puesto que aquí se escribieron las Glosas Emilianenses, unos de los documentos más antiguos en los que aparecen textos del romance navarro-aragonés. Aquí firmó sus versos Gonzalo de Berceo, el primer poeta castellano de nombre conocido. Y no podemos olvidar el magnífico pueblo medieval de Briones en el que se ubica el Museo Vivanco del vino. ¿Qué mejor lugar que Marqués de Riscal para disfrutar del apasionante mundo del enoturismo?   Experiencia arquitectónica El hotel, el Spa, dos restaurantes y un centro de reuniones, conferencias y banquetes conforman la denominada Ciudad del Vino, situada en el municipio alavés de Elciego (España). Tras su inauguración en octubre de 2006, este carismático edificio asoma entre los legendarios viñedos de Marqués de Riscal y los tradicionales tejados de Elciego. A su lado perdura la sede de las bodegas diseñada en 1858 por el arquitecto Ricardo Bellasola. Para su etapa más moderna, Frank O. Gehry quiso plasmar la esencia de los vinos de la bodega, de ahí los colores con los que nos obsequia la silueta envolvente del edificio. Rosa por el vino tinto, oro por la malla que recubre la botella y plata por la cápsula que la culmina. Pertenece a The Luxury Collection, de Starwood Hotels & Resorts, y cuenta con 43 lujosas habitaciones, todas ellas diferentes y singulares. El mismo Gehry se encargó de la decoración interior, logrando el oportuno equilibrio entre el cuero, la madera, el mármol y la avanzada tecnología, diseñando en exclusiva los cabeceros de los dormitorios. A su vez, cuenta con piezas de grandes diseñadores y arquitectos, como Alvar Aalto. No nos extraña que el íntimo amigo de Gehry, Brad Pitt, fuese uno de los primeros en visitarlo.   Paraíso de foodies Ambos restaurantes del hotel, Marqués de Riscal y Bistró 1860, se encuentran dirigidos por el chef José Ramón Piñeiro y bajo el asesoramiento del extraordinario Francis Paniego, que acaba de conseguir en 2013 la segunda estrella Michelin en su restaurante el Portal de Echaurren. Son el complemento perfecto para una estancia en un lugar inigualable: en el primero podemos degustar una cocina de autor y en el segundo tradicional y de mercado, siempre buscando armonizar la cocina tradicional con la vanguardista, asemejándose así a la arquitectura del lugar, y aprovechándose de la materia prima que los rodea. ¿Cómo resistirse a tan grandiosos manjares?   Eligiendo sabores El Bistró 1860 nos ofrece dos menús, Tierra y Riscal, además de una amplia carta repleta de platos: pimientos de cristal con huevo de corral y patata alavesa, merluza a la romana confitada a 45 grados sobre pimientos asados y sopa de arroz, manita de cerdo deshuesada con pera de Rincón de Soto, hortalizas y setas o torrija tostada con helado de dulce de leche y sopa de cacao. El Restaurante Marqués de Riscal dispone de una cocina algo más elaborada. Podemos elegir entre dos menús degustación, Torrea y Chirel, o los apetecibles platos de la carta. Brotes verdes con tartar de tomate, cítalas salteadas y ajo blanco, solomillo de rape negro sobre puré de purrusalda, suero de queso fresco y mantequilla Maître d’hôtel, lomo de corzo con puré de castañas y cebolla roja semi-asada, tosta templada con queso de Cameros, manzana y helado de miel, son algunos de los numerosos sabores que podremos catar. Para maridar estas viandas nada mejor que uno de los vinos de las bodegas –tintos, rosados y blancos– resaltando entre ellos el Gehry Selección 2001 del que sólo se embotellaron 5.000 unidades. Pero su carta de elixires no se reduce a los de producción propia, sino que nos oferta más de 300 caldos de todo el mundo, como pueden ser el Norton Privada de Argentina o el Blaauwklippen de Sudáfrica.  
@marquesderiscal Hotel y Bodega Marqués de Riscal Calle Torrea, 1 · Elciego 01340 · España hotel-marquesderiscal.com
  Contacto [email protected] Twitter @marialmazor *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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