En este día de la mujer, me parece de suma importancia reflexionar sobre la división del trabajo no remunerado. La valoración del trabajo doméstico como una actividad que también genera el derecho a un retiro digno es clave para la equidad. Aunque muchas personas piensen que ya es más que claro que las mujeres tenemos derechos iguales a los de los hombres, la realidad aún nos muestra que no los ejercemos de la misma forma. Algunos datos:

  • La participación laboral de las mujeres es 24 puntos porcentuales menor a la de los hombres, en promedio.
  • En el caso de las mujeres que cuentan con un empleo remunerado, su salario es, en promedio, 9% menor que el de los hombres.
  • Solo el 40% de las cuentas Afore pertenecen a mujeres.
  • Según datos del IMCO, las mujeres dedicamos 72% más tiempo a trabajos no remunerados, en particular el cuidado de los hijos y adultos mayores, así como las tareas del hogar.

En particular, en el caso del ahorro para el retiro, la situación de las mujeres es crítica, puesto que la esperanza de vida de las mujeres es de 6 años más que la de los hombres. Esto es, tenemos menos cuentas de ahorro para el retiro, ganamos menos y necesitamos que estos recursos nos duren más años. El resultado es un muy mal panorama para las mujeres en la tercera edad.

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Cuando estamos hablando de salud financiera familiar es fundamental que consideremos la división del trabajo no remunerado para la equidad financiera. Los datos de cotización a la seguridad social en México muestran que las mujeres ingresamos al mercado laboral en condiciones muy similares a las de los hombres, pero que, al llegar los hijos, nuestras carreras se detienen y con frecuencia salimos del mercado laboral formal.

Sin embargo, esto no quiere decir que no realicemos un trabajo con valor. Según datos del INEGI, si el trabajo doméstico no remunerado se sumara al PIB, implicaría que el resultado del PIB para 2020 fuera 27.6% más alto. El trabajo que se realiza en casa es fundamental para el desarrollo del trabajo remunerado y debe ser considerado como tal.

Si tu objetivo es tener un hogar más equitativo, por favor considera la división de las tareas del hogar en partes iguales si ambos miembros de la pareja trabajan también fuera de casa.

Si en tu hogar uno de los dos se queda en casa al cuidado de los hijos o adultos mayores, es importante considerar que este trabajo también agrega valor y que, aunque en el presente se compartan los ingresos, es fundamental que se considere también el ingreso futuro. Esto es, si tú o tu pareja no están realizando ahorro obligatorio en su Afore, realicen un plan para que quien se queda en casa realice aportaciones voluntarias y mantenga seguridad financiera para su jubilación.

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Para realizar un buen cálculo de cuánto se debe aportar a la Afore de la mujer o quien esté a cargo del trabajo doméstico, una buena herramienta es la que presenta Millas para el Retiro, que te permite hacer un cálculo de los gastos que realizas a la semana y enviar en forma automática un porcentaje de ellos a tu cuenta Afore. Además, aprovechar los “ahorros hormiga” que se pueden realizar al comprar boletos de cine o gastar en plataformas de comercio en línea se va sumando poco a poco a la equidad en el hogar.

Es momento de promover la división del trabajo doméstico o su valoración como actividad económica mediante un pago justo y el reconocimiento de derechos. Con acciones así, podemos avanzar hacia hogares más justos y la correcta división del trabajo no remunerado.

María de las Nieves Lanzagorta es vicepresidenta de vinculación en Amafore, Asociación Mexicana de AFORES, especialista en educación financiera, comunicación, estrategia personal y de negocio. También es una madre que trabaja dentro y fuera de casa.

Twitter @marinievesl

Linkedin: Mari Nieves Lanzagorta

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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