En semanas recientes se ha visto un ánimo positivo en la sociedad global debido a una continua apertura de actividades económicas después de los impactos de la pandemia. Esto lo han venido avisando los mercados de valores desde tiempo atrás, reflejándose en el crecimiento de sus indicadores bursátiles, ¿Es algo inesperado? Me parece que no debería de generarnos una gran sorpresa, pero sí la confianza de que las crisis pasan.
Una teoría antigua dice que la vida puede surgir espontáneamente a partir de la materia, bien sea orgánica o inorgánica, y sabemos que la misma también ha sido refutada severamente por importantes investigadores y científicos en el mundo. Louis Pasteur mostró que los microorganismos no se formaban espontáneamente en el interior del caldo, refutando así la teoría de la generación espontánea y demostrando que todo ser vivo procede de otro ser vivo anterior (omne vivum ex vivo).
Si tomamos dicho postulado, entonces el comportamiento del mercado de valores, que no es más que la suma de las decisiones de los participantes, se ha venido replicando desde que esas formas de operación existen.
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Todas esas expresiones de la sociedad podemos encontrarlas en la literatura especializada o de forma más visual y vivencial en los museos.
Los museos son instituciones culturales complejas dedicadas a reunir y preservar el patrimonio cultural material de la humanidad, ya sea de carácter artístico, arqueológico o histórico. Estas organizaciones tratan de comunicar su valor y significado para las personas, no son instituciones frías y terminales, sino que ofrecen un cúmulo de incentivos para que el ser humano derive en una serie de actividades que le agreguen valor a lo que realiza.
Un museo posee algunos de los siguientes atributos:
- Colección de obras artísticas: estas incentivan la curiosidad y la necesidad de saber acerca de algo que nos interesa. Despiertan un interés que nos permitirá investigar más a fondo sobre un tema específico
- Documentación: con el fin de desarrollar exposiciones de cómo se hacían las cosas y cómo han mejorado al incorporar elementos novedosos en cada lapso de la historia
- Conservación: lo que permite interpretar, mediante objetos, las formas de comunicación en un viaje por el pasado, presente y futuro para clasificar patrones de conducta en los seres humanos
- Capacidad de difusión: y con ello se lleve a cabo un cúmulo de cultura que enriquezca a las personas.
Un museo ayuda a la construcción de generaciones más conscientes sobre el rol de la economía en el desarrollo del país, es un espacio dedicado a la conservación de los archivos históricos para su estudio, tal como sucede con el Museum of American Finance de New York, el MIDE (Museo Interactivo de Economía) o el MUBO (Museo de la Bolsa Mexicana de Valores) en nuestro país.
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Al recorrer los pasillos del MUBO no solo podemos ver cómo surgió el mercado de valores en el mundo, sino una línea de tiempo de cómo se ha venido construyendo a lo largo de las décadas; podemos ponerle nombre y cara a sus principales actores, los cuales han dejado grandes legados que se han convertido en grandes oportunidades a lo largo de los años.
Este espacio está dedicado a la conservación de los archivos históricos para su estudio e investigación, facilitando la comprensión, formación y educación de la cultura bursátil como una herramienta que ayuda a entender el funcionamiento e importancia de la Bolsa Mexicana de Valores en toda su complejidad, desde su constitución, hasta su desarrollo en la actualidad para inferir cómo podría ser mañana.
El mercado de valores evoluciona, pero toma un elemento existente de memoria para crear el futuro. Conozcámoslo más, los museos son excelentes puntos de partida.
Gerardo Aparicio Yacotu es Director de la Escuela Bolsa Mexicana.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
