Después de cuatro meses de su anuncio, se realizó por primera vez The World Is A Vampire (TWIAV), el nuevo festival internacional curado por Billy Corgan. The Smashing Pumpkins y Peter Hook & The Light coronaron más de 10 horas de rock y lucha libre.

En un evento que se enfrentó a las dificultades de una primer edición, el Foro Sol, de la Ciudad de México, recibió a más de 30,000 mil personas que disfrutaron de un día lleno de rock alternativo, post-punk, doom metal, gothic rock, hard rock y demás subgéneros. Te contamos más de los sucedido.

‘Oscuridad’ contra el calor

La música comenzó en punto de las 14:20h, con las bandas mexicanas El Shirota y Acid Waves abriendo el escenario A y B, respectivamente. Noise rock y sonidos electrónicos psicodélicos para abrir una tarde que llegó hasta los 29 grados centígrados de temperatura.

Lee más:
Kraftwerk: ‘los padres de la música electrónica’, vuelven a la Ciudad de México

El jóven canadiense de 21 años, EKKSTACY puso a cantar y bailar al público de la carpa con su combinación de post-punk y new wave, mientras del otro lado In the Valley Below, dúo de Los Angeles, ofrecía cuarenta minutos de dark electro-pop.

Con la tarde cayendo, llegó uno de los momentos más esperados y polémicos del festival. Los asistentes se divieron para ver a Deafheaven y Chelsea Wolfe. Desde el anuncio del cartel, la cantautora estadounidense causó mucha expectativa por su regreso a México despúes de 10 años, hecho que se reflejó en la asistencia. Fueron 50 minutos de doom metal y gothic rock en un escenario totalmente lleno.

Por otra parte, el público también esperaba el regreso de la banda californiana despúes de seis años, quienes motivaron los primeros ‘mosh pit’ de la tarde con su post-metal. La cruda voz de George Clarke parecía surgir efecto contra el incesante calor en la CDMX.

Lucha libre relámpago

Pero no todo era música. Uno de los objetivos principales del festival fue celebrar la conexión de los mexicanos con la lucha libre y hacerlo el centro de todo. Idea que se vio reflejada con la instalación de un ring en medio del recinto.

Con la presencia de Billy Corgan como espectador, los primeros enfrentamientos entre Lucha Libre AAA y la National Wrestling Alliance (NWA) comenzaron a las 15:00h. Octagon Jr., Arez, Hiedra, Natalia Markova, Kerry Morton, Trevor Murdoch y Psycho Clown fueron algunas de las estrellas que desfilaron por la pasarela desmontable. Cuatro luchas a una caída con duraciones máximas de 15 minutos.

Con el inicio de la puesta del Sol llegó el segundo round, que en realidad se convirtió en otras cuatro luchas a una caída. El turno fue de la Nueva Generación Dinamita, Chris Masters, Thom Latimer, Chaos, Kamille, Flammer, Tyrus, Daga, Bestia 666, Mecha Wolf, Blue Demon Jr. y Vampiro Canadiense.

Te recomendamos:
Roy Chinchilla, el reconocido empresario hispano que también es un gurú en la música

Ocho luchas relámpago, cuatro de ellas por campeonatos en las que no hubo nuevos vencedores, que sirviero de entretenimiento al público mientras las acciones en los escenarios estaban en pausa.

Destellos (in)esperados

Con la noche llegaron los actos más esperados y algunas sorpresas. Una de ella fue Turnstile, banda estadounidense de hardcore punk que visitó México por segunda vez, luego de su participación en el Corona Capital 2021. Y aunque se esperaba una presentación frenética, la respuesta del público superó las expectativas, convirtiéndolo en uno de los actos más celebrados del festival.

En la carpa sobre el Autódromo Hermanos Rodríguez se presentó Margaritas Podridas, una jóven banda mexicana de noise y grunge que, a pesar de competir con Turnstile, lograron abarrotar el lugar. Un preámbulo para lo que seguiría en el mismo lugar, con la presentación de The Warning. El trío regiomontano dofreció una hora del rock que las ha llevado a formar parte de los festivales más importantes y que las ha convertido en la cara mexicana del género ante el mundo.

Previo a los headliners del día se presentó una de las bandas internacionales más queridas en México: Interpol. Entre canciones de su disco más reciente y clásicos, como “Toni”, “C’mere”, “Obstacle 1” y “Roland”, lograron una de las mayores audiencias de todo el festival.

Coronación fial de una noche oscura

Una noche oscura no podía terminar de otra forma, sin las presentaciones de una leyenda viva de la música y los anfitriones del programa, quienes cerraron las actividades de ambos escenarios.

Minutos antes de las 22:00h las luces de carpa se apagaron y subieron los músicos que acompañaron a Peter Hook, un ícono del post-punk a nivel mundial. “Estamos aquí para celebrar el legado de Joy Division e Ian Curtis, ¡vamos!”, gritó el baterista en un tropezado español, lo que avivó al público que llenó por completo.

La siguiente hora se convirtió en un nostálgico concierto en memoria de Joy Division, 15 canciones de las que Hook fue parte en la extinta agrupación británica: “Atmosphere”, Shadowplay”, “Transmission” y “Love Will Tear Us Apart” fueron algunos de los temas que pusieron a cantar a miles de personas.

Solo quedaba una banda por ver y las gente se apresuraba a correr rumbo al escenario del Foro Sol, era turno de The Smashing Pumpkins. Los originarios de Chicago no se guardaron nada e iniciaron con “Empires” y “Bullet With Butterfly Wings”, canción de la que surge el nombre del festival.

Con un Billy Corgan caracterizado de vampiro y visiblemente emocionado, dieron paso a clásicos y canciones nuevas como “Today”, “Tonight, Tonight”, “Cherub Rock”, “Zero”, “1979” y “Beguiled”, que contó con un performance de luchadores de la NWA.

En un constante diálogo entre Corgan y James Iha, guitarrista, la banda agradeció al público mexicano y a la promotora por hacer posible TWIAV, no sin antes prometer regresar año con año con una nueva edición.

Tras 19 canciones, en dos horas de set, y cuando parecía que todo había terminado, dieron la última sorpresa invitando a Peter Hook al escenario. El músico inglés agradeció a la banda y saludó a su hijo Jack Bates, bajista en las giras de The Smashing Pumpkins, para comenzar con “No Love Lost”, tema de Joy Division.

Así terminó la primera edición de The World Is A Vampire, un festival que materializó los deseos del nicho oscuro del rock pero que se enfrentó con diversas dificultades, a pesar de la calidad del talento y la respuesta del público.

Retrasos en los accesos de prensa, fallas en los niveles de audio de ambos escenarios, la falta de actividades complementarias o la programación de bandas grandes en el escenario pequeño, son algunos de los puntos a mejorar para que una posible nueva edición logre la asistencia meta (50,000 personas) y se afiance como una de las propuestas más fuertes a nivel mundial. 

¿Asististe al evento? ¿Cuáles son tus opiniones del primer The World Is A Vampire en la historia?

¿Ya nos tienes en Facebook? Danos like y recibe la mejor información

 

Siguientes artículos

Lionel Scaloni renuncia Argentina
Scaloni dice que el triunfo de Argentina en Qatar hizo bien a los latinos
Por

"Haber traído la copa para este lado nos da más fuerza y espero que sirva para el futuro, para el desarrollo del fútbol...