A lo largo de su vida, Andrea Campos ha luchado contra la depresión. Tras abandonar sus estudios universitarios, la joven mexicana estudió Programación de forma autodidacta y, tras un episodio depresivo, decidió aprovechar su conocimiento del tema para hacerle frente a este gran problema de salud. En ese momento nació la idea de crear su proyecto actual: Yana.

“Fue en aquellos tiempos cuando me topé con la terapia cognitiva conductual, la cual tuvo mucho sentido para mí […] y empecé a ver en la terapia varios patrones que se podían automatizar. Así empecé a jugar con la idea de crear algo y me di cuenta de que no había casi nada [en el universo de las aplicaciones digitales para tratar la depresión]”, dice, en entrevista, Andrea Campos, directora y fundadora de Yana.

Las contadas aplicaciones que se encontraban en las tiendas de Google y Apple sólo contaban con versiones en inglés. Así fue como, en 2017, Yana hizo su incursión en el mercado y desde aquel momento ha ido ganando terreno entre las personas que buscan una forma de sobrellevar la depresión.

Sin embargo, el camino no fue sencillo. En un principio, algunos expertos en salud mental, como es el caso de los psicólogos, tuvieron la percepción de que el emprendimiento intentaría reemplazar sus terapias.

“Tratamos de hacer un trabajo muy fuerte para comunicar, a través de la página web y de la aplicación, que nuestro trabajo se encuentra muy lejos de pretender reemplazar la terapia, sino que procura acercarle ayuda a la gente en el momento en que la necesita, pues un grave problema que observamos en el mundo es el tiempo que las personas tardan en llegar a la terapia que necesita, pues en México hablamos de un lapso de 14 años”, asegura Andrea.

En México, 3.6 millones de personas adultas padecen depresión actualmente, de las cuales 1% son casos severos, de acuerdo con un estudio realizado en 2021 por los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud.

El propósito de Yana es que la gente sea consciente del momento en el cual requiere del apoyo de un profesional en la materia.

Hoy, la aplicación ya suma un total de 15 millones de descargas, que se han dado de forma orgánica, pues Yana no ha utilizado ninguna campaña publicitaria para llegar sus usuarios.

Hasta hace algunos meses, Yana daba sus servicios de forma gratuita, pero este año busca afianzar la sostenibilidad del proyecto por medio del pago de una suscripción anual o mensual a sus servicios.

Yana 30 promesas de los negocios 2024
Foto: © Paco Gramontti.

Además, la firma creada por Andrea ha lanzado una versión en inglés de su aplicación, con el propósito de alcanzar a un mayor de número de usuarios en otras latitudes fuera del país, como es el caso de Estados Unidos.

Andrea se siente satisfecha de la aceptación y la demanda que ha tenido Yana en los países de Latinoamérica, pero los testimonios de los usuarios son los que marcan su memoria. Y es que muchas de las personas descubrieron la aplicación el día que habían decidido quitarse la vida y, al final, no lo hicieron.

Este artículo es parte de la edición impresa de Forbes México de las 30 Promesas 2024.

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