Análisis | Huachicoleros, ¿chivos expiatorios del desabasto en México?Para resolver este fenómeno ilegal, 15 dependencias del gobierno activaron medidas como el resguardo de las seis refinerías, despido de funcionarios, análisis fiscal, vigilancia de puntos estratégicos, compra de pipas, tipificación del robo de petrolíferos como delito grave y control de ductos. Este último punto fue el que causó más estragos inmediatos a la población. Tras varios días de silencio y múltiples alertas en estados como Jalisco, Michoacán y Estado de México, el gobierno mexicano finalmente argumentó que se trataba de un suministro más lento mediante pipas derivado de la estrategia, pero reiteró que no había escasez de combustible, a pesar de que 7 de cada 10 gasolineras de Jalisco carecían de gasolina y diésel. “Tenemos gasolina suficiente. No hay problema de desabasto”, declaró el mandatario mexicano en su conferencia matutina del 7 de enero. Esta decisión fue un camino que el gobierno no debió tomar, pues “estuvo mal planeado el cierre de ductos sin tener una previsión del desabasto. El daño económico y social fue muy grande”, comentó el socio de la consultora energética HCX, Rodrigo Favela. Las pérdidas para la economía mexicana serán de 23,600 millones de pesos o 0.1 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), estimó el grupo financiero Citibanamex en un reporte. Para Luis Miguel Labardini, analista de la firma energética Marcos y Asociados, la estrategia contra el robo de combustible fue una acción emergente “sin suficiente planeación”. “Cerrar las válvulas indefectiblemente iba a resultar en un desabasto de combustible porque no tenemos capacidad de almacenamiento. En México tenemos 2.5 días de capacidad contra 90 en Estados Unidos”, evidenció.
El combate al huachicol, una estrategia que ‘calentó’ a los mexicanos este invierno
La estrategia contra el robo de combustible ha carecido de planeación, tecnología y resultados concretos por parte del gobierno mexicano.
Desabasto de gasolina, compras de pánico y una tragedia es lo que recordarán miles de mexicanos sobre primeros días de 2019. Muchos de ellos, de plano pasaron días calientes, pero de furia por perder horas buscando combustible.
Detrás de las largas filas y horas de espera en las estaciones de servicio de al menos siete entidades de México, una decisión: el cierre de ductos que transportan gasolina y diésel ante posibles ordeñas ilegales.
El 27 de diciembre de 2018, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una estrategia contra el robo de combustible, delito conocido como huachicoleo, un problema que costó 66,700 millones de pesos (mdp) a Petróleos Mexicanos (Pemex) el año pasado.