La película Fantasía de Disney fue un detonador para Iván cuando era niño. Se enamoró de la imagen y de la música. Así que sus padres apoyaron su talento e investigaron el camino que debía seguir para convertir su sueño en realidad, ser director de orquesta. “Empecé con clases de violín y piano […] Cuando cumplí 15 años me fui a Morelia, al Conservatorio de Las Rosas, mi primera escuela de música formal”. Al terminar, migró a la Ciudad de México.
Para Iván, uno de los retos ha sido hacerse de un espacio siendo tan joven. “Empecé a dirigir profesionalmente con 21 años […] Mi primer cheque me lo dieron cuando yo tenía 20. Ha sido eso […] tener la preparación suficiente, la madurez suficiente, musicalmente hablando, para poder sustentar un trabajo de gran liderazgo a pesar de mi juventud”. Debutó de manera internacional en el 2014 en el Rossini Opera Festival en la ciudad de Pesaro, Italia. Actualmente tiene 32 años.
Uno de los países donde más ha trabajado después de México es España. También ha trabajado en Omán, en la Royal Opera House. Ha dirigido a la Philharmonia Zürich, la Orquesta Sinfónica de Madrid, la Orquesta Estatal de Braunschweig, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, la de Navarra, Tenerife, la Oviedo Filarmónica, la Orquesta Filarmónica de la UNAM, entre muchas otras.
Uno de sus retos más importantes ha sido trabajar en Alemania: “Fue tal vez el reto emocional personal y artístico más fuerte que he tenido que enfrentar, porque fue un cambio radical de cultura, de sociedad, de manera de vida, de rigor de vida. La maquinaria de un teatro alemán es bárbara. Nosotros podíamos hacer cinco óperas diferentes en una semana. Yo nunca había visto algo así”.
Iván explica que lo mejor que le han inculcado es la tenacidad: “Una mezcla de paciencia, con empeño, lucha y voluntad”. A él le parece que ser tenaz es fundamental para su profesión, y es importante inculcarla en las generaciones más jóvenes, que están acostumbradas a conseguir varios satisfactores con la facilidad de un clic. “Eso va un poco en contra de la naturaleza de la música, porque la música necesita paciencia, tiempo. Es una cocción lenta”.
Iván ha trabajado con artistas como Brigitte Fassbaender, Ildar Abdrazakov, Javier Camarena, Ute Lemper, Ramón Vargas, Alessandro Corbelli, Paolo Bordogna, Gabriela Montero, Alfredo Daza y Fernando de la Mora, entre muchos otros. López Reynoso es también contratenor. Ha hecho presentaciones como solista en México, Estados Unidos y Alemania. En diciembre del año 2020 fue nombrado director artístico de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.
“Tengo como cometido y como filosofía, que cada concierto que dirijo, cada nota que canto o cada acorde que toco, lo tengo que tocar como si fuera el último acorde en mi vida, como si fuera el último concierto que voy a dirigir. Es decir, con la máxima entrega, el máximo empeño, amor y devoción posibles”.
