Trabajar arduamente para mejorar nuestro nivel de vida es un quehacer diario. Llevar recursos al hogar y gestionarlos de la forma más eficiente posible es una labor que consume las uñas de muchos mexicanos que pudieran estar cometiendo algunos errores que están drenando el patrimonio que llega a casa. Esos traspiés pudieran ser parte de hábitos que al paso de los años son poco perceptibles, pero un pequeño agujero podría hundir un barco.

El esfuerzo por obtener “libertad financiera” es una lucha a dos de tres caídas contra múltiples circunstancias, algunas no dependen de nosotros (aumento de la inflación, elevadas tasas de interés, escaso acceso al crédito productivo), pero existen algunos errores que están en manos de nosotros corregir. Aquí les comparto algunos de ellos.

Comprar lo que deseamos en lugar de lo que necesitamos

Las compañías más exitosas del mundo no solo ofrecen productos que los consumidores necesitan, su poderosa maquinaria de mercadotecnia enfoca sus baterías en los deseos, no solo en las necesidades. Eso suele dejar en desventaja al consumidor, no todos tienen la capacidad de discernir la diferencia entre deseo y necesidad. El resultado de esta estrategia es que la capacidad económica de los agentes económicos más frágiles (individuos y familias) puede erosionarse rápidamente versus un proceso donde las grandes empresas robustecen sus ingresos. La polaridad de la economía contemporánea es un juego de oferta y demanda donde conviven con disparidad los grandes capitales e individuos de escasos recursos.

El arte de anteponer nuestras necesidades sobre nuestros deseos es un potente escudo para la sobrevivencia de nuestras finanzas personales. Un atenuante para decidir inteligentemente lo que vamos a comprar es no hacerlo al calor de las emociones. Está comprobado que el momento en que nos depositan nuestro sueldo genera un estímulo de felicidad que nos deja al desamparo de tentadoras promociones que buscan aprovechar ese momento. Dejar pasar un día completo desde que recibimos nuestro sueldo hasta que tomamos una decisión de consumo nos dará un panorama más realista de nuestras necesidades sobre nuestros deseos.

¿Te perdiste este texto de Edgar Arenas?: Valiosas lecciones de economía para la vida cotidiana

Endeudarnos en cosas improductivas

Los individuos que más préstamos solicitan suelen ser los que perciben una sólida seguridad financiera en el futuro, aquí entra la mayoría de los empleados. Crisis financieras globales como la hipotecaria subprime son producto de la percepción errónea de que el crecimiento económico siempre es una línea constante en el futuro.

Las tarjetas de crédito suelen ser una profunda caverna en la que miles de individuos se sumergen con la idea de que en el futuro cercano (6, 12 o 24 meses sin intereses) podrán pagar deudas con el banco o con las tiendas departamentales. Mucho cuidado, México es uno de los países donde las líneas de crédito al consumo tienen las tasas de interés más altas del mundo. 

¿Las deudas son malas? No, el crédito no es Satanás, pero no es lo mismo asumir una deuda que pueda volvernos más productivos versus tomar un crédito para satisfacer exabruptos financieros. El saber decir “no” al consumo vía crédito es una gran virtud de quienes tienen unas finanzas saludables.

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No tener un plan de jubilación 

La mayoría de los que estamos leyendo este artículo vamos a llegar a viejos. El INEGI dice que, en promedio, viviremos 75 y 77 años si eres hombre o mujer respectivamente. Un plan de jubilación garantizará que tendremos cubiertas nuestras necesidades, incluso si no tenemos ingresos en nuestra etapa final de vida. 

Los planes de pensiones son relativamente jóvenes en el mundo, hasta hace 100 años la mayoría de las personas morían en una etapa de su vida donde todavía eran productivas, pero esto cambió drásticamente con los avances tecnológicos en materia de salud. En México, existe una muy escasa percepción de esta problemática porque, además, hasta 1997 el Estado estaba a cargo de la manutención de las personas que estuvieran en edad de jubilación. Ya es una realidad tangible y preocupante: millones de mexicanos no tendrán acceso a los recursos mínimos necesarios para vivir después de los 65 años.

El plan de pensión individual debe de empezar hoy mismo tocando las puertas de las instituciones encargadas de la administración de los recursos para ese fin: Las AFORES, además de complementar con inversiones de largo plazo donde las operadoras de fondos de inversión y casas de bolsa son de gran ayuda. Asesorarse antes de tomar decisiones de inversión de largo plazo es un menester.

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Tener poco o nada ahorrado 

La mayoría de las personas ahorran muy poco o casi nada. No hay peor ahorro que el que no se hace. El ahorro es un hábito por lo que exige un cambio en la dinámica de consumo, es decir, el ahorro es consumo postergado. 

Cuando no existe ahorro, no hay dinero suficiente para aprovechar las oportunidades que se pudieran aprovechar, o bien, para afrontar los infortunios de la vida cotidiana. Un fondo de emergencia es un colchón que agradeceremos tener, el dinero más caro es el que no tenemos y necesitamos con urgencia. La pandemia de Covid-19 ha dejado huellas muy profundas en las finanzas de muchas familias que perdieron su ingreso o lo vieron disminuido, mientras que algunas cuantas pudieron enfrentar la crisis financiera y de salud con sus ahorros. 

Una de las máximas en las finanzas personales es pensar en lo mejor, pero estar preparado para lo peor. Los errores son el alimento del éxito, así que hay que pasar de los lamentos a la acción inmediata y no repetir lo que ya se hizo mal o se dejó de hacer. Alcanzar metas financieras no se consigue de un día para otro, pero con pocos y consistentes pasos se puede hacer una gran diferencia en el futuro.

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Edgar Arenas Sánchez es economista, gerente comercial en una casa de bolsa en México, profesor de economía bursátil en la UNAM, blogger de Rankia México y autor del libro “Invirtiendo y entendiendo”, reconocido por la Universidad Anáhuac, universidad de Cantabria y Santander Financial Institute como mejor asesor de inversiones en 2020 y 2021.

Twitter: @garoarenas

LinkedIn: Edgar Arenas

Email: [email protected]

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